Alejandro magno

ALEJANDRO MAGNO de Oliver Stone (2004)

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Ptolomeo, rey de Egipto. Alejandría año 283 a.C cuarenta años después de la muerte de Alejandro en Babilonia (323 a.C), dicta a sus escribas lahistoria de Alejandro.

Nuestro mundo ha desaparecido consumido por las guerras y ahora soy el guardián de su cuerpo. Aquí lo embalsamamos según las costumbres egipcias.
Lo sucedí como faraón yreino hace ya cuarenta años. Soy el vencedor, pero, ¿qué importancia tiene cuando ya nadie queda para recordar la carga de caballería en Gaugamela o la aventura de cruzar el Indo con un ejército de másde cien mil hombres entrando en la India?
Él era un dios. Lo más parecido a uno que yo haya conocido. Tirano, claman con facilidad. Yo me río: ningún tirano entregó tanto a cambio. ¿Qué sabrán delmundo todos esos ignorantes? Sólo un hombre fuerte puede reinar. Alejandro era más que eso. Alejandro era Prometeo, un amigo del hombre. Él cambió el mundo. Antes de él sólo había tribus y después deél, todo era posible. De repente pareció que el mundo podía gobernarlo un solo rey, siendo bueno para todos. Construyó dieciocho grandes Alejandrías. Era un imperio, no de tierra y oro, sino deinteligencia. Era la civilización helenística, abierta al mundo. Pero, ¿cómo explicarlo, incluso contar lo que significaba ser joven y tener grandes sueños, creyendo cuando Alejandro te miraba, que eras capazde todo. En su presencia bajo la luz de Apolo éramos mejores de lo que creíamos.
En verdad, he conocido a grandes hombres en mi vida, pero sólo a un gran coloso y sólo ahora en mi vejez entiendoquién fue esa fuerza de la naturaleza. O quizá no. ¿Llegó a existir realmente un hombre como Alejandro? Puede que no. Al idolatrarlo, lo hacemos mejor de lo que fue.
Todos los hombres ascienden y caen.En oriente el vasto imperio persa gobernaba casi todo el mundo conocido. En Occidente, las en su día poderosas ciudades Atenas, Tebas, Esparta, habían caído debido a su soberbia. Los reyes persas...