alejandro magno
Anábasis
de
Alejandro Magno
-1-
Título original: The Anabasis of Alexander and Indica
© 1884, de la traducción inglesa de la Anábasis de Alejandro Magno: Edward James Chinnock.
Edición: Hodder & Stoughton, Londres.
© 1893, de la traducción inglesa de la Historia Indica: Edward James Chinnock.
Edición: George Bell & Sons, Nueva York.
© 2012-2013, de latraducción castellana de la Anábasis de Alejandro Magno: Alura Gonz.
© 2012-2013, de la traducción castellana de la Historia Índica: Alura Gonz.
Queda rigurosamente prohibida la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio para
fines comerciales, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de
ejemplares. Se autoriza la distribución y el usoNO COMERCIALES de esta obra, siempre que se
reconozca y se cite la autoría de la titular del copyright.
A José Ignacio,
porque sin él esta traducción no habría visto la luz,
y porque una Cornelia siempre paga sus deudas.
-2-
Índice
Índice
pág. 3
Prólogo y Cronología – por Joaquín Acosta
pág. 4
Prefacio
pág. 23
Libro I
pág. 24
Libro II
pág. 75
Libro IIIpág. 75
Libro IV
pág. 103
Libro V
pág. 130
Libro VI
pág. 162
Libro VII
pág. 194
Libro VIII
pág. 228
-3-
ir al índice
PRÓLOGO Y CRONOLOGÍA
ARRIANO: LA MEJOR FUENTE CLÁSICA DE ALEJANDRO
Por Joaquín Acosta
“Arriano no es segundo de nadie que haya escrito bien historia.”
Focio
A Arriano, el pionero en desentrañar al verdadero Alejandro.
VIDA YOBRA
Lucio –o Aulo- Flavio Arriano [1] nació entre los años 80-95 dC en Nicomedia (Bitinia), por lo
que fue un “heleno asiático romanizado” en genial expresión de Mary Renault. Este admirable
autor pertenece a la estirpe de grandes de las letras helénicas como su modelo Jenofonte o
Polibio de Megalópolis. Fueron tanto intelectuales como destacados hombres de armas, al
tiempo que entendieronel registro histórico como una misión sagrada, la cual debe efectuarse
dentro de un mínimo de rigor y honestidad. Por ello el historiador debe renunciar a tratar de
admirar al lector mediante fabulaciones y distorsión de los hechos. Máxime, cuando la realidad
supera la ficción. Este “triunvirato” de autores se acercó a ese objetivo e ideal, quizás sólo
superados por Tucídides, maestro dehistoriadores no sólo en la antigüedad, sino de todos los
tiempos.
Así como Jenofonte tuvo la inmensa dicha de ser discípulo de Sócrates, Arriano tuvo durante su
juventud como maestro al filósofo Epicteto, quien enseñara que la libertad es el resultado de la
victoria sobre el miedo. Luego de unos tres o cuatro años de estudios, el emperador Adriano –
sucesor del gran Trajano, el optimus princeps-le concedió el ingreso al Senado romano.
Probablemente sus cualidades le valieron que unos años después (117-120 dC) fuera designado
-4-
cónsul. No fue la culminación de su carrera política: entre los años 131-137 fue nombrado
gobernador de la provincia de Capadocia, donde tuvieron lugar sus hechos de armas más
notables: rechazó repetidas veces una temible invasión de los alanos, puebloque junto con los
suevos y vándalos fuera el azote de Roma, Hispania inclusive. Hallazgos arqueológicos
indicarían que nuestro buen autor hubiese pisado suelo español [2]. Hacia 145-6 dC fue
designado ciudadano de honor de Atenas. Sobre sus últimos años nada se sabe. Se ha
conjeturado la posibilidad de que Arriano haya sido una víctima más de los últimos años de
Adriano. La hipótesis resultacreíble no sólo en virtud de la ausencia de registros sobre los
postreros días del de Nicomedia, sino igualmente por su obra como se verá a continuación.
Como buen admirador de Jenofonte, Arriano redactó el Periplo del Ponto Euxino que relata un
viaje ordenado por el mismo emperador Adriano y describe la costa del Mar Negro; igualmente
de su autoría es Campaña (o “Formación”) militar contra...
Regístrate para leer el documento completo.