Alexandra's projects
Marcos se sentó en una de las mesas del set. Su rostro denotaba las largas horas de continuotrabajo y, por eso, no tardó en cerrar los ojos y comenzar a dormitar apoyado en uno de sus brazos.
En un rincón del lugar, dos muchachos de diecisiete años observaban todo con el aliento retenido.Pablo, de cabellos negros y la piel parecida a la azúcar bronceada, no se perdía detalle de lo que ahí ocurría. Felipe, algo más gordo y con el rostro salpicado de pecas, le punceteaba el brazo coninsistencia mientras se estremecía entero por un bostezo inevitable.
-Esta película es de lo más aburrido –comentó el gordo con desgano-. ¿Para eso viajamos hasta Puerto Rico? ¿Para ver repetirquinientas veces la misma escena?
-Siempre es así –corrigió el otro al instante-. Y baja la voz, que te pueden oír quejándote.
-¿Y qué? Mi tío nos defiende. Estamos aquí con permiso.
Felipe buscó conla vista a Toño, el camarógrafo, que le hizo un gesto de saludo con la mano.
-Y tú que todo lo sabes, Sherlock, dime a qué hora vamos a almorzar –preguntó el gordo, con las pecas y los ojosexpectantes por la respuesta.
-No sé, y no me molestes. Quiero ver hasta el último detalle –respondió Pablo, y sacó de su mochila una libreta y un bolígrafo.
-No puedo creer que todavía uses uncuadernito, como en los tiempos de mi abuelita. Toma. Si vas a anotar cosas, usa mi Palm.
Felipe le extendió una Palm Pilot reluciente, color acero, que Pablo sostuvo en sus manos unos segundos con ciertaindecisión. Luego de unos instantes en los que se dio cuenta que su amigo no sabía ni siquiera cómo encenderla, Felipe se la quitó y abrió en el sistema un nuevo archivo.
-Ahí está, listo para queescribas. Cada tanto dale un save –y agregó con cierta desilusión-… ¡No puedo creer que no haya conexión wireless en este lugar! Menos mal que traje mi Ipod, porque esto está de aburrición total....
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