Alfonsomedina

Aquí vienen, las primeras del día, negras, buen cuero pero desgastado. Preparé mi cepillo y acomodé mi fiel banquillo que por 64 años me ha acompañado. El hombre se sienta y comienzo mi arte. Esrelajante ¿saben? de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, de un lado al otro. Entran viejas y salen como nuevas. A su izquierda un broche dorado, no veía uno así desde las botas que me regalo mipadre al cumplir los 9 años. Los recuerdos vienen, mi vista se nubla y un frío recorre mi espalda, el riudo del tranvia pasando sobre mi pierna aún resuena en mi cabeza.
-Señor Medina, su paga -aquellas palabras me hicieron notar donde estaba, sigo aquí pensé, frente a mi fiel plaza de armas. Recibí el dinero, 8 pequeñas monedas que guardé en el bolsillo de mi delantal negro que entre manchas depasta se ocultaba. "Recuerda alfonso, es para el regalo de el pequeño Maximiliano" aquella frase me servía de motivación para continuar adelante, 12 días tiene el pequeño, Maximiliano Alonso, el menorde mis bisnietos. Desearía llegar a escuchar sus primeras palabras, con 4 hijos y 10 nietos, ¿Qué más puedo pedir?, he vivido una vida plena, llena de alegrías, pero es mi último deseo ¿Saben?. Lograroír a Maximiliano hablar, parece tonto y hasta conformista, pero a mis 84 años no puedo pedir más, oírlo hablar, verlo caminar, sentir su cariño y desear su bienestar.
Me vuelvo a acomodar,esperando al próximo cliente, negras, cafes, beige, desgastadas, cuero, cuerina, tantas que podría ayudar, si tan solo dejaran por un momento sus vidas apuradas y dedicaran tiempo a los detalles, unos buenoszapatos pueden demostrar la personalidad del trabajador, al menos eso pienso yo. Pasa una hora, dos horas, y nadie se detiene, limpio mi lugar de trabajo, arreglo mi camisa y el chaleco celeste que lorecubre, me propongo leer un libro mientras espero, Nieve de Orhan Pamuk, el cual me fue regalado por mi hija menor, Adelita. A pesar de lo mucho que me gusta leer y pasar mi tiempo así, añoro...