Algo bueno
Durante el siglo XX la ciencia y la tecnología contribuyeron de manera decisiva a la configuración de una serie de cambios queafectaron el modo de vida de las personas, ampliaron la comprensión del mundo y dieron paso a nuevas formas económicas basadas en el desarrollo del conocimiento.
Reconocer la incidencia de la ciencia yla tecnología en el desenvolvimiento social y económico de las naciones, vuelve prioritaria para el siglo XXI una educación que desarrolle en las personas la capacidad de adquirir y transformar susconocimientos y destrezas, de potenciar la capacidad de innovar y aplicar los conocimientos en la solución de problemas.
Pero, al mismo tiempo, la educación debe ofrecer herramientas para atender laotra cara del progreso científico y tecnológico: los problemas medio ambientales y las desigualdades sociales.
El horizonte de esta reflexión obliga a pensar sobre cuál es el papel que debedesempeñar la educación en el siglo XXI, para formar ciudadanos competentes, y cómo llevarlo a cabo. Un ejemplo de esto es el trabajo que se adelanta en la UE, haciendo énfasis en la necesidad del aprendizajepermanente y del mejoramiento de las competencias a lo largo de la vida para realizarnos en lo personal, participar en la sociedad y tener éxito en el mundo laboral. (Ver Ján Figel, sección OtrasMiradas)
Formación y competencias
El enfoque de una educación basada en el desarrollo de competencias ha sido una de las estrategias más eficaces para contribuir a enfrentar, desde lo educativo,las exigencias propias del nuevo milenio. Entendidas como los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los valores que se desarrollan en las personas en la interacción con los otros (personas yobjetos de conocimiento), son las que les permiten comprender, interactuar y transformar al mundo en el que viven.
Esta noción, que sitúa el aprendizaje en un espacio más amplio que el escolar,...
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