Algo Personal

Algo Personal
Con esta nota inauguraremos esta sección a la que de ahora en adelante pasaremos a llamar “Algo personal”. En ellas nos ocuparemos de reflexionar acerca de algún personaje, del presente o del pasado, del que tenemos una opinión que queremos compartir. Si es que existe o ha existido alguna obsesión por el pasado lo ha demostrado la que se ha denominado “La Academia Nacional de lahistoria”, aquella que por generaciones ha impuesto una suerte de “Historia Oficial” y que fue la encargada de la deshumanización de nuestros “próceres” ascendiéndolos a esa jerarquía cuando servían a sus intereses y haciéndolos descender a las mismas puertas del averno si es que podrían aportar alguna clave para dejar al descubierto esas maniobras. Para poder introducirnos en el tema de hoyrecordaremos la frase de George Orwel en su célebre obra 1984, acerca de la manipulación de la información y de la historia que decía “Quién controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado”.
Cuentan los historiadores que aquel Discípulo de Bartolomé Mitre, el historiador Adolfo Saldías, un hombre de probada honestidad intelectual, a su regreso de Inglaterra, dóndehabía ido a investigar acerca de el accionar político y personal de Juan Manuel de Rosas, al que se conoció como el “Restaurador de las leyes” le advierte a Mitre que lo que se decía y lo mucho se había escrito acerca de Rosas no era cierto y en lo absoluto era el monstruo que pintaban. Había concluido de escribir su obra “Rosas y su Era” que finalmente debido a las presiones de su maestro concluyódenominándose “Historia de la Confederación Argentina”.
Mitre enfurecido por las conclusiones a las que había arribado su discípulo le respondió que había que preservar a cualquier precio los “Nobles odios” (como si los odios pudieran tener algo de nobleza y no fueran, por el contrario, el producto de las bajezas humanas) y continuó dedicándose a escribir una historia basada en su imaginación másque en los hechos reales, una historia basada más en la defensa de unos intereses concretos de un sector minoritario de la sociedad (cualquier similitud con los hechos presentes no son en lo más mínimo una casualidad). Fundó el diario “La Nación” y desde esa tribuna reforzó su labor convirtiendo a nuestra historia en un panfleto o mejor dicho en un instrumento para borrar del imaginario colectivotodo vestigio de identidad nacional. De ese modo, manipulando el presente desde el Diario La Nación y el pasado desde la adulteración de los datos históricos se inaugura una era, que perdura hasta el presente, de falsedad ideológica que tenía como objetivo escamotearnos la verdad para que no pudiéramos saber de dónde veníamos.
Casi nada.
Pregunto, ¿llegamos a este estado de cosas porcasualidad? Repregunto, ¿Podemos pensarnos a futuro sin conocer nuestra verdadera historia? La historia es a las naciones lo que la biografía es a las personas. Mal puede uno proyectarse en el futuro sino conoce su pasado. Y lo más trágico es que un pueblo sin identidad, sin memoria, sin educación, ¡cuánto más maleable es! Volviendo ya a nuestro tiempo, buscando material para esta columna dí con un libro deAndrés Oppenheimer, a quien pienso que todos conocen bien, ya que es un hombre de consulta y referencia para un sector político caracterizado por su conservadurismo, pero igual lo voy a presentar como un periodista argentino-norteamericano que reside en Estados Unidos.
Es el editor para América Latina y columnista de “The Miami Herald” entre otras cosas y bien podríamos considerarlo el “gurú”político de un sector de la política, quizá del sector más reaccionario y recalcitrante. Digamos que tiene un CV al menos interesante. Su libro se llama “¡Basta de Historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves para el futuro” Y nos deja la sensación que ya desde el título, nos están bajando línea. Estas bajadas de línea y la publicación de ideas ya elaboradas adrede se...