algo raro


Trabajo de:
Desarrollo de Habilidades del
Pensamiento

Sobre:
Juan Salvador Gaviota


Nombre:
Montoya Saltos Ginger


Curso:
Aula N°4







JUAN SALVADOR GAVIOTA
Observaciones directas
El nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo. Chapoteaba un pesquero a un kilómetro de la costa.
Juan Salvador Gaviota amaba volar.
Sus padres sedesilusionaron al ver a Juan pasarse días enteros, solo, haciendo cientos de planeos.
¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas!
Juan asintió obedientemente. Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas.
En sólo seis segundos voló a cien kilómetros por hora.
Soy una gaviota como cualquier otra gaviota, y volaré como tal.
Desde dos mil metros los pesqueros eran puntos sobre elagua plana y azul.
Esa mañana, justo después del amanecer, Juan Salvador Gaviota se disparó directamente en medio de la Bandada.
Cuando Juan volvió a la Bandada ya en la playa, era totalmente de noche. Estaba mareado y rendido.
Al venir de la Tierra por encima de las nubes y en formación cerrada con las dos resplandecientes gaviotas, vio que su propio cuerpo se hacía tan resplandeciente como el deellas.
Brillaban sus plumas, ahora de un blanco resplandeciente, y sus alas eran lisas y perfectas como láminas de plata pulida.
Las gaviotas que no estaban practicando vuelos nocturnos se quedaron de pie sobre la arena, pensando.
Juan se quedó y trabajó con los novicios que iban llegando, todos muy listos y rápidos en sus deberes.
Juan giraba lentamente sobre los Lejanos Acantilados
PedroGaviota era un alumno de vuelo casi perfecto. Era fuerte, y ligero, y rápido en el aire, pero mucho más importante, ¡tenía un devastador deseo de aprender a volar!
Les gustaba practicar porque era rápido y excitante y les satisfacía esa hambre por aprender que crecía con cada lección.
Somos libres de ir donde queramos y de ser lo que somos -contestó Juan, y se elevó de la arena y giró hacia elEste, hacia el país de la Bandada.
Sobrevolaron la Playa del Consejo de la Bandada a doscientos cinco kilómetros por hora, Juan a la cabeza, Pedro volando con suavidad a su ala derecha, Enrique Calvino luchando valientemente a su izquierda.
A toda hora Juan estaba allí junto a sus alumnos, enseñando, sugiriendo, presionando, guiando.
Terminado el vuelo, los alumnos descansaban en la playa yllegado el momento escuchaban de cerca a Juan.
Al amanecer había cerca de mil pájaros en torno al círculo de alumnos, mirando con curiosidad a Esteban. No les importaba si eran o no vistos, y escuchaban, tratando de comprender a Juan Gaviota.
Pedro sacudió la cabeza, extendió sus alas, abrió sus ojos, y se halló al pie de la roca y en el centro de toda la Bandada allí reunida. De la multitud surgióun gran clamor de graznidos y chillidos cuando empezó a moverse.
El cuerpo de Juan trepidó en el aire, resplandeciente, y empezó a hacerse transparente.

Observaciones indirectas
Las gaviotas, como es bien sabido, nunca se atascan, nunca se detienen.
La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida.
-Mira,Juan -dijo su padre, con cierta ternura-. El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar, estudia sobre la comida y cómo conseguirla.
En diez segundos, volaba como una centella sobrepasando los ciento treinta kilómetros por hora.
Débilmente deseó que el peso fuera suficiente para arrastrarle al fondo, y así terminar contodo.
No se sentía culpable al romper las promesas que había hecho consigo mismo. Tales promesas existen solamente para las gaviotas que aceptan lo corriente.
Se dio cuenta de que al mover una sola pluma del extremo de su ala una fracción de centímetro, causaba una curva suave y extensa a tremenda velocidad.
Una gaviota nunca replica al Consejo de la Bandada, pero la voz de Juan se hizo oír...