Algo

 El descubrimiento del Teposteco




Llegamos al pueblo, donde aseguran que si sigues el camino de los iniciados, y no estás preparado nuncaregresas.

Los que han logrado a regresar; regresan demacrados, pálidos, por decirlo regresan muertos. Los habitantes de ahí nos advirtieron a mis amigos arqueólogos ya mi que no fuéramos ala pirámide que se veía en las mañanas, nosotros, desesperados por el gran descubrimiento nos fuimos por la noche; no veíamos mucho con las lámparas que teníamos. Solo era el ruido de losgrillos y los pasos de mis amigos; en eso escuchamos el ruido. Una creatura de forma de un humano con dos caras, que impregnaba un olor fétido. Nuestras miradas hiso voltear hacia el pueblo alescuchar el grito de un niño, un niño que gritaba con gran dolor. Como si le hubieran cortado un brazo. Fue el grito más tétrico que había escuchado en mi vida. Recordé cuando perdí mi mano.¡La criatura había escapado! Ya no queríamos regresar ya habíamos avanzado mucho, como para dejar la expedición. Seguimos avanzando entre esas escaleras de piedra mal formadas y empinadas.
Unhombre bajó las escaleras apresurado. – ha de ser un ¨iniciado¨ -. Pensé. La cara que tenía esa persona se me hacía conocida. Les comenté a mis amigos que si vieron a ese hombre; ellos mecontestaron que estaba alucinando que él no existía y que ellos tampoco; eso me aterrorizó. Me quedé paralizado. Mis amigos desaparecieron con una sonrisa en la cara muy, muy exagerada.Parecía que sufrían sonriendo. Corrí hasta que ya no pude más. Me di cuenta que llegué a la cima. Vi la imponente pirámide, subí, me acosté en la cima de la pirámide. Volví a ver al hombre quecorría. Lo recordé. Él fue quien me cortó la mano, con un machete y con esa terrible sonrisa. Se quitó los ojos, se corto la cabeza, pero por nada seguía de sonreír, y seguía y seguía.