Ali el niño pobre

liEl sol estaba a dos puños en alto en el cielo, pero ya estaba caliente. El
desierto enrollado debajo de Alí, su agudo, bordes delicada que refleja la
calor.

A tres días adelante, el mercado dela ciudad marroquí de Rissani, en la
borde del Gran Sahara.

Hasta ahora, Ali había sido demasiado joven para seguir el viaje anual a la
mercado. Pero este año, por fin, podría mostrarle a supadre que era
enel listo un hombre.

Ali montó en la parte trasera de la manada, a su padre en la cabeza. Cuando se vende
los camellos, ellos tienen dinero para comprar ropa, un caldero de cobre, elazúcar
para el té, cuchillos y monedas de oro y caramelos.

Por ahora, sin embargo, no fue sólo el lento y constante influencia de Jabad en el
ondulantes dunas. Parecía que Ali que había estadosentado encima de su camello
para

semanas. Pero él no había hablado del calor, la sed, dolor en la grupa. Solamente
un

niño se queja de su malestar.

De repente, de la nada, llegó el vientoaullando como una jauría de perros salvajes.
Ali escuchó la voz de su padre, llamado, "Ali! ¡Ven aquí! Manténgase cerca detrás de
me! "Entonces oyó nada más que la remolinos de arena. Se tragó el sol,y la manada-y su padre.

Ali alzó la capucha de la chilaba y patadas en los costados duro de Jabad.
Jabad-rugió, y luego rompió a galopar. Ali corazón latía como un tambor.

Por último, cegadopor la aguja de arena afilada, trajo Jabad a un alto y
le ordenó que se arrodillara. Subió y se sentó apoyado contra Jabad en
flanco. Sabía que no debe de acostarse, o que pudiera ser enterrado vivopor la
de arena. Él cerró los ojos y apretó en torno a su capilla
cara. Solo en el vasto Sahara, esperó. Por último, el viento ya no
gritó. Ali lentamente levantó la cabeza. Sus ojos y oídosestaban llenos de
de arena. Sus dientes eran arenosos. Escupió en la manga y se secó los ojos.

El sol se estaba hundiendo. Un buitre blanco sobrevolaban la zona. Puff y complementos
cobras pronto se...