Alice Miller; "El Drama Del Niño Dotado"
Índice
El drama del niño dotado y cómo nos hicimos psicoterapeutas
Todo, salvo la verdad
El pobre niño rico
El mundo perdido de los sentimientos
En busca del verdadero Yo
La situación del psicoterapeuta
El cerebro de oro
Depresión y grandiosidad: dos formas de larenegación
Destinos de las necesidades infantiles
La ilusión del amor
Fases depresivas durante la terapia
La cárcel interior
Un aspecto social de la depresión
La leyenda de Narciso
El círculo infernal del desprecio
La humillación del niño, el desprecio de la debilidad y sus consecuencias. Ejemplos de la vida cotidiana
El desprecio en el espejo de la terapia
Epílogo 1995AGRADECIMIENTOS
Siento el deseo y la necesidad de agradecer muy particularmente a la señora Heide Mersmann, de la editorial Suhrkamp, toda la dedicación que ha venido prestando a mis libros. En el curso de mi dilatada labor orientada a esclarecer el problema de los malos tratos infligidos a los niños he podido contar siempre con su incondicional apoyo. Agradezco a la señora Mersmann no sólo la lecturacuidadosa, comprensiva, empática y muy atenta del presente libro, sino, en el fondo, muchísimo más: desde la aparición, hace quince años, de El drama del niño dotado, la editorial ha recibido las peticiones más diversas de lectores, lectoras e instituciones de todo tipo. Y siempre fue la señora Mersmann quien se encargó de dar respuesta a estas llamadas y cartas con la misma amabilidad, esmero yclaridad.
Quisiera asimismo agradecer al personal del departamento de producción de la editorial Suhrkamp la esmerada y competente preparación de mi manuscrito en todas las fases, pero sobre todo en la última y más difícil. No siempre resultó fácil hacer coincidir la técnica con las necesidades objetivas, pero tanto el señor Rolf Staudt como el señor Manfred Wehner hicieron todo lo posible paraapoyar mis esfuerzos y asegurar la integridad del texto. A ellos quisiera expresarles aquí mi más sincero agradecimiento.
Mi gratitud por las numerosas cartas de lectoras y lectores se expresa ya en muchas de las páginas de este libro, aunque, de todos modos, quisiera manifestarlo aquí de forma expresa. Muchos de ellos han «colaborado» realmente, sin saberlo, en la redacción de este libro. Pero hande permanecer en el anonimato porque el contenido de sus cartas es confidencial. Sus historias, sus destinos trágicos y a menudo inconcebibles, y, por último, sus experiencias decepcionantes con terapeutas incompetentes y poco honestos de todas las tendencias posibles, me hicieron ver una y otra vez con qué facilidad se puede abusar de la tragedia de las personas maltratadas en su infancia.Siempre me ha resultado doloroso no poder responder personalmente a las numerosas cartas recibidas. Los motivos son diversos. Hoy dispongo de nuevas posibilidades de abordar preguntas específicas de lectoras y lectores, y hago buen uso de ellas. Espero, sin embargo, que muchos de los remitentes reconozcan fácilmente mis respuestas a sus cartas (como también mi sentimiento de profundo agradecimiento)...
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