Alicia en el país de las maravillas
A ciento cuarenta y cinco años del lanzamiento de su primera edición, el clásico literario “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas” sigue aún vigente, incorporando en sutrayectoria no solo a un público infantil, sino atrapando también a lectores adultos.
Su permanencia como un estandarte de la literatura fantástica, tal vez se deba a que tras la historia deuna niña llamada Alicia, dada en un mundo plagado de irrealidades, criaturas imaginarias y personajes extravagantes, existe una pantalla de simbolismos perceptible si se cambia la perspectiva delectura para no quedarse en la denotación, y avanzar hacía un análisis más profundo que conlleva al entendimiento de las connotaciones.
El personaje de Alicia, que aún conserva su pureza yhonestidad no corrompidas, crea su propio país de las maravillas que, aunque se plantea como un espacio externo al personaje, toma lugar en su interior, siendo su base el poder de la imaginación y lossueños.
Los cambio que experimenta la protagonista, van más allá de una alteración en su tamaño físico, siendo estos una representación de la situación del crecer y no crecer que experimenteun ser en su proceso evolutivo como persona, donde lo infantil y lo adulto fluctúan.
La presencia de animales reflexivos, de una oruga que aconseja, parecen ser un guiño al lector de quedentro de aquella fantasía donde impera la irrealidad, la ilógica, la irracionalidad y los conceptos oníricos e imaginarios no todo es una locura, o no todo es tan loco como parece.
Quizás “Lasaventuras de Alicia…” no sea sólo un texto infantil. Quizás forme parte de aquellas lecturas que valen la pena repetir para meditar sobre sus aspectos, sobre los conceptos psicológicos, sobre elincierto paso del tiempo, sobre este extraño mundo donde todo…¿es solo la imaginación de una niña?
Quizás por todo esto, Lewis Carrol y su Alicia se convirtieron un clásico para cualquier...
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