Alienación y psicosis: Dos respuestas antinómicas al conflicto identificatorio

LOS DESTINOS DEL PLACER
Piera Aulagnier

Cap. 1: Alienación y psicosis: Dos respuestas antinómicas al conflicto identificatorio

Si todo síntoma es un compromiso entre lo reprimido y la acción represora del yo, el afecto que acompaña al síntoma, y que se expresará a través de ese conjunto de sentí/ que llamamos angustia, depresión, persecución, despersonalización, nos remite a la causa delcompromiso: el conflicto identificatorio en el espacio del yo.
Entre la respuesta neurótica y la respuesta psicótica, la experiencia comprueba un tercer camino de salida del conflicto identificatorio. Camino que será impuesto al sujeto porque:
a) los aconteci/ propios de su historia personal han socavado su tolerancia al conflicto,
b) la realizada ambiente lo enfrenta a demandas cuyadesmesura torna imposible responder sin caer en ese compromiso de la actividad de pensa/ que denomino alienación.
Definiré con este término uno de los destinos que el conflicto identificatorio puede imponer al yo: destino particular puesto que:
-reduce al máximo la angustia y el sufri/ psíquico que la psicosis refuerza y,
-para hacerlo recurre a ciertos mecanismo que (desde el punto de vista delobservador) muestran una desrealización, una “locura” del pensa/ que nada tiene que envidiar a la psicosis.
Para aclarar el análisis del estado de alienación en el cual puede fluctuar el yo, separaré estas dos exposiciones en tres partes:
Un repaso de lo abarcado por los términos “identificante” e “identificado”.
Lo que especifica al conflicto identificatorio en la psicosis.
El estado dealienación

EL PROCESO DE IDENTIFICACIÓN
La finalidad que se proponga nuestra acción será permitir que el yo se libere de cierto número de trabas que le harían imposible o muy difícil la catectización de fines, de bienes o de los otros, cuyo goce necesita recuperar para ser, para tener y para ejercer esa función de anticipación de sí mismo, sin la cual se derrumban su proyecto identificatorio y surelación con el tiempo.
Lo propio del yo es deber representarse y representar lo existente bajo la forma de una construcción: para conseguirlo, tiene que poder añadir a la imagen de cosa la imagen de palabra; por lo tanto, catectizar esta última: gracias a la palabra que la nombra, la cosa llega a existir para el yo y para esa parte del espacio psíquico que está bajo su jurisdicción.
El conoci/ de lanominación es para el yo una suposición necesaria para catectizar la “cosa” que es su referente.
Nada garantiza al yo su persistencia en el tiempo que sigue al momento presente y que todo le demuestra que sólo puede persistir tornándose otro, alterándose. Con el yo irrumpe en la psique la categoría de la temporalidad, y por la misma razón el concepto de diferencia en su aspecto más difícil deasumir: la diferencia de sí-mismo a sí-mismo.
La tarea del yo es tornarse capaz de pensar su propia temporalidad: para ello le hace falta pensar, anticipar, catectizar un espacio-tiempo futuro, cuando la experiencia de lo vivido le revele que al obrar así catectiza no sólo algo imprevisible sino un tiempo que podría no tener que vivir. Catectiza un “objeto” y una “ruta” que poseen las propiedadesque más aterran al yo: la precariedad, la imprevisibilidad, la posibilidad de faltar.
Sobre las causas responsables de las perturbaciones del yo, había privilegiado su relación con el inconcienet y el triunfo o el fracaso de una de las tareas que le incumbe: que se torne pensable esa causa incognoscible de la cual él es parcial// el efecto. El yo también puede tropezar con otro escollo: nolograr tornarse pensable para sí mismo ni tornar pensable y catectizable su propio devenir, hallarse incapacitado de catectizar lo que el flujo temporal le impone como diferencia ente él mismo tal como se piensa, él mismo tal como devendrá y él mismo tal como se descubre “deviniendo.”
La particularidad del yo reside en que é haya sido ante todo efectiva// la idea, el nombre, el pensa/ hablado en...