Alimentos
Cuenta además que los pesticidas químicos aparecieron por modificaciones dearmamentos químicos desarrollados durante la segunda guerra mundial. Las empresas químico-armamentísticas se vieron rápidamente orientadas al control de la agricultura y las semillas y así empezó otra nueva revolución verde la de los transgénicos. De hecho las empresas que se habían fusionado para la creación de armas químicas que se utilizaron en la Alemania nazi, son ahora las empresas farmacéuticasque están entre las primeras productoras de semillas transgénicas.
Las analiza, según explica en una entrevista a Efe, partiendo de “lo más simple y de lo menos discutible”, como las “intoxicaciones agudas y después crónicas de los agricultores expuestos directamente a los pesticidas” hasta llegar a lo más complejo: los efectos a dosis pequeñas de los residuos de productos químicos que “todostenemos en el cuerpo”.
Dos años de investigaciones por Asia, Norteamérica y Europa, testimonios de expertos, multitud de informes de miembros de agencias de regulación alimentaria y estudios científicos avalan este nuevo trabajo, en el que la periodista sostiene que miles de moléculas químicas han invadido nuestra alimentación desde la Segunda Guerra Mundial y que “solo un diez por ciento de ellasha sido estudiadas seriamente”.
“Esta invasión química está vinculada al desarrollo de la sociedad de consumo, que ha provocado la salida al mercado de miles de productos de consumo corriente cuya fabricación o transformación se basa en unos procesos químicos cuya toxicidad está muy mal evaluada”, según la periodista.
Una crítica que realiza Robin tras analizar el sistema de evaluación delos productos químicos tal como lo practican las agencias de reglamentación nacionales o europea, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que se basan en el principio de Paracelso, el médico suizo del siglo XVI que afirmó que solo la dosis hace el veneno.
Inspirándose en este principio, según cuenta la autora, las agencias de reglamentación desarrollaron una norma llamadaingesta diaria admisible (IDA), que “es la dosis de veneno químico que se supone que podemos ingerir cada día sin enfermar”.
Esta IDA es “un engaño que no protege a los consumidores, sino a los fabricantes”, según la autora de El mundo según Monsanto, un ensayo sobre esta multinacional de semillas transgénicas a la que acusa de practicas “mafiosas”.
¿Y cómo afecta esta “invasión” a nuestrocuerpo? Para responder a esta pregunta Robin parte por explicar qué son lo que los científicos llaman “perturbadores endocrinos”, una clase de productos químicos que es particularmente peligrosa, unas moléculas químicas que son hormonas de síntesis o que imitan la acción de las hormonas naturales.
“Están en todas partes, como el bisfenol A en los biberones, en los recipientes de plástico duro o...
Regístrate para leer el documento completo.