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En la escuela hasta las paredes hablan
Sin afán de juzgar las virtudes pedagógicas de nadie sino de pensar en conjunto hasta los más mínimos
detalles de nuestra práctica, van unas brevesreflexiones nacidas del simple contraste entre dos
escenografías -una de cada turno- dispuestas para el acto en homenaje a San Martín de 2014 en la Escuela
15 DE 13.

La primera, imponente. Técnicamentevirtuosa y plásticamente elaborada, amplia en su espacio y
con muchos elementos en su composición, anuncia intervención adulta y alta participación infantil.

La segunda, más despojada. De facturasencilla, escueta en el plano, muestra menos manos y no
sacude inmediatamente las retinas del espectador.

La primera imponente, sí, pero en su cáscara. Es un cuadro de majestuosa hojarasca, pero decontenido disonante, poco acorde a los hechos del pasado y a las necesidades del presente.
La escena reproduce el cruce de la cordillera, un momento crucial en la vida de San Martín y en
la luchapor la independencia, pero que corre el riesgo de quedar como simple anécdota, gesto y no
gesta. Un acontecimiento que puede resultar una epopeya deportiva, récord de fortaleza olímpica
individual,más que una marcha por la liberación.
En el cuadro la figura del General es más grande que la de su pueblo, que aparece diminuto y por
detrás. Él es la vanguardia. Él es su guía, el Padre, suSalvador. Pero así no fue él. La figura del
caudillo era esencial -y no desconocemos su lucidez ni su estrategia militar y política- pero no era el
mesías, y nada pudo hacer sin el pueblo. Lo que movía alos soldados y a quienes los sostuvieron
eran las banderas de la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad entre hermanos; la lucha contra la
opresión y la tiranía. Ideas, no personas. Ese fue elespíritu, cuerpo de nuestra Emancipación.
“Seamos libres”, les dijo; no les pidió que sean sus sirvientes ni sus secuaces.
La impactante escenografía se completa con guirnaldas de colores argentinos,...