Alma
Y ahí estaba, el cuerpo humano, cuya edad apenas rozaba las cuatro décadas, y su mirada, clavada en el techo de aquella habitación, rodeada debaldosas azules y blancas, las cuales sostenían artefactos vitales ya apagados. El Alma miraba osciosamente aquel cuerpo desdichado. Su alma tan muerta pero su cuerpo tan vivo. Su cerebro aún secretandohormonas y amplia variedad de compuestos orgánicos que mantenían despierto a ese hombre, enganchado en un sueño tan profundo como el mismísimo viaje astral.
El Alma todavía dudaba de su verdaderamisión, pensando a su vez, si esto era lo que el destino le esperaba, o si era libre de tomar su propia decisión.
Después de argumentar varias horas consigo misma, en un debate interno apresurado ydesconmensurado, el Alma decidió acceder sin preámbulos al hombre.
Poco a poco, el hombre comenzó a recobrar la razón, a pensar como había sido su muerte, recordó su larga, pero a su vez, corta vidaque previamente y sin aviso alguno terminó fulminante en un intento desesperado por evadir al asesino.
Apiadándose de el hombre, asesinado en un simple asalto a un banco, donde fue tomado comorehén, El Alma trajo a la vida de nuevo al hombre, quien se levantó de la camilla y que torpemente se desprendía de los varios cables y aparatos vitales. Caminó a lo largo del pasillo, acaparando las...
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