Aloevera
La valoración psiquiátrica en los pacientes con intoxicación aguda por cocaína
PAUL I. DARGAN, DAVID M. WOOD
Servicio de Toxicología Clínica. Guy’s and St Thomas’ NHS Foundation Trust. Londres, Reino Unido.
Supervía et al. en su artículo publicado en el presente número de la revista EMERGENCIAS, investigan los factores que influyen en la necesidad de realizar una valoraciónpsiquiátrica en los pacientes que acudieron a urgencias por una intoxicación por cocaína1. Durante el periodo de 2 años del estudio, se realizó una valoración psiquiátrica a un 21% de los 327 casos atendidos en urgencias por intoxicación por cocaína. Los autores cuentan un número de factores que se asociaron a que el paciente recibiera una valoración psiquiátrica. El análisis de regresión logísticamostró que la asociación de benzodiacepinas, los antecedentes psiquiátricos y la ausencia de sintomatología neurológica eran factores de riesgo independientes para que los pacientes recibieran una valoración psiquiátrica. Sin embargo, en su estudio no está claro si los urgenciólogos usaron criterios establecidos para decidir si había o no necesidad de valoración por psiquiatría, y por otro ladono se definió la variable presencia de sintomatología neurológica. En dicho estudio, el consumo de cocaína fue confirmado por la anamnesis, la clínica y por la identificación del tóxico en orina. La técnica de identificación empleada fue cualitativa en vez de cuantitativa, y por ello no fue posible correlacionar las concentraciones de cocaína con la necesidad de una valoración psiquiátrica.Además, el método cualitativo detecta la presencia del metabolito de la cocaína, la benzoilecgonina, en lugar de la cocaína. Adicionalmente, la población incluida en el estudio no parecía tener hallazgos clínicos de toxicidad simpaticomimética, como demostró la normalidad de la media de la presión arterial sistólica y la frecuencia cardiaca como se recoge en la Tabla 1. Esto, conjuntamente con el hechoque la benzoilecgonina permanece detecta-
ble en la orina durante varios días después del consumo2, significa que no hay posibilidad de determinar el porcentaje de pacientes en este estudio que tuvieron una intoxicación aguda por cocaína en el momento de su llegada a urgencias. Los autores han encontrado una asociación entre el consumo de benzodiacepinas y la realización de una valoraciónpsiquiátrica. Éstos sugieren que el consumo de benzodiacepinas pudo haber alertado a los clínicos de un potencial trastorno de ansiedad subyacente. Nosotros pensamos que esto es un hallazgo no esperado, ya que las benzodiacepinas disminuyen la toxicidad neuropsiquiátrica y simpaticomimética observada con el consumo agudo de cocaína3. En un estudio que documentaba el consumo de sustancias en un grupode pacientes con un primer episodio de psicosis, en un 40% aproximadamente se documentó el consumo de cocaína; sin embargo a diferencia de los resultados objetivados por Supervía et al, sólo un 5% reconoció el consumo de benzodiacepinas1,4. Además, en nuestra experiencia clínica, hay un porcentaje de individuos que consumen drogas simpaticomiméticas, como la cocaína, los cuales se automedican conbenzodiacepinas para aminorar algunos de los efectos no deseados de estas drogas. Estos efectos incluyen el bruxismo y el manejo del “bajón” tras el consumo de estimulantes. Por lo tanto, aunque exista una posibilidad, como sugieren Supervía et al. que el consumo de benzodiacepinas pueda estar asociado con trastornos de ansiedad subyacente, hay otras razones por las que los pacientes con unaintoxicación por cocaína refieren el consumo de benzodiacepinas y/o se les identifican benzodiacepinas en el despistaje toxicológico. Supervía et al. revisan algunos de los trabajos previamente publicados que analizan si hay rela-
CORRESPONDENCIA: Dr. Paul Dargan. Clinical Toxicology Office. 2nd Floor, Bermondsey Wing. Guy’s Hospital. Great Maze Pond.
Londres, SE1 9RT. Reino Unido. E-mail:...
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