Alondra de la parra • su alma mexicana
En este amplio espectro (cierto, muy esquemático) reflexivo es en el que se inserta el primer disco de la "directora de orquesta" mexicana Alondra de la Parra. Al respecto, aunque suene espentoso, diré cuál fue mi primera impresión cuando en algún noticiero hablaron de ella, hace ya bastante tiempo, como la "primera directora de orquesta mexicana en dirigir enNueva York" (ingenua campaña que apela ganar los votos feministas y de la comunidad latina por medio de un slogan comercial de lo más devaluado, un slogan que muestra el menosprecio por la inteligencia de los mexicanos y de los latinoamericanos a los cuales húnde más en imágenes y estampas turísticas ante el extranjero). Su ambición personal y la táctica publicitaria de su equipo nos insulta a todosutilizando las consabidas mañas populistas por ya 200 años. ¿Ese es el aspecto del bicentenario que pretende "celebrar"?
Y es que obviamente no se trata de ser el primero en hacer tal o cual cosa, sino se trata de que tipo de resultados produzca y de lo que aporte con ellos. Igual opinaría si un día hablaran del primer simio que dirige una orquesta o toca el piano" (y los hay robots, ycon gracia). Y ya hubo perros que fueron al espacio, y eso no es prueba de absolutamente nada (sí, ya hay toreras y boxeadoras, entre otras cosas; ¿eso es un avance para las mujeres: que puedan golpearse como los hombres en un ring, eso es avanzar?). En su caso, este disco concurre todo lo que dije previamente sobre los festejos del bicentenario: oportunismo empresarial (ya saben a qué y a quién merefiero), pobreza conceptual, carencia de ideas, y haraganería intelectual, entre otras. Su caso es más lamentable porque tratándose de alguien que vive en Nueva York, la capital mundial del cosmopolitismo y del cruce de culturas, muestra una paupérrima idea de lo que es ser cosmopolita y qué significa vivir en una de las capitales culturales más importantes del mundo. Vivir en un lugar como NuevaYork no le sirvió a Alondra de la Parra para mostrar una idea orgullosa del país del que ella es originaria. Al asomarse a este disco, uno sólo puede pensar que para los resultados tan lamentables y palpables lo mismo daba que viviera en Amsterdam... en San Angel, o en Parácuaro, Michoacán. Y tal vez vivir allí le habría enriquecido más al estar en contacto de manera un poco más directa con unpaís llamado México.
¿Qué puedo decir de Mi alma mexicana de Alondra de la Parra? No mucho. Es una oportunidad perdida, que no va a regresar, para que ella se mostrara como alguien digna de representar a los mexicanos en el extranjero, en Nueva York, pero su idea de lo que es México, de lo que es su "alma mexicana" es no menos pobre, ya que ella abusa de las etiquetas pintorescas, que la...
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