En distintas etapas de la vida te encuentras frente a un dilema como el que acomete al personaje que es interpelado por Jesús: “¿Quién es nuestro Prójimo?.” Peroesta pregunta en el fondo remite a otras: ¿qué es ser prójimo?¿Cómo se actúa frente al prójimo?¿Qué relación hay entre Prójimos? Pues bien, son estas las cuestionesque arrebatan al hombre de los pensamientos efímeros de las cosas mundanas. Y serán ellas mismas el boleto para dar inicio a este viaje, que tiene por destinoresponder si “¿Se puede vivir sin el otro?”, o no. Además, como en el viaje de aquel hombre, siempre hay salteadores que con sus teorías nos “despojan y apalean” marchándoselejos y dejándonos “medio muertos” en nuestras propias reflexiones, acabándolas y desvirtuándolas, haciendo que nuestra mente se desubique y llene de heridas. Perocomo en la historia que nos narra el buen Jesús, hay un samaritano bueno y misericordioso que nos ayuda para continuar nuestro viaje, en nuestro caso hay tres:Martín Buber, Jean-Paul Sartre y Emmanuel Levinas. Así pues, ellos “agregándole el vino” de la experiencia “y el aceite” de la filosofía a “nuestras heridas” las curaranuna a una, luego llevándonos en sus propias cabalgaduras, sus teorías, nos dejaran en manos del posadero, nuestra mente, porque ellos no pueden abarcarlo todo, esdecir no pueden hacer que todas las heridas se cicatricen y borren bien, pues también depende en gran medida del posadero quien con los dos denarios de sabiduría, queellos le han dejado, nos cuidará para que curemos totalmente y podamos continuar nuestro viaje y lleguemos así a nuestra Jericó: ¿Se puede vivir sin el otro?
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