Alvin Toffler (Nueva York, 3 De Octubre De 1928) Es Un Escritor Y Futurista Estadounidense Doctorado En Letras, Leyes Y Ciencia, Conocido Por Sus Discusiones Acerca De La Revolución Digital, La Revolución De Las

"La historia del soldado perdido"-"Batalla de Tarapacá"

 La compañía de Fidel y Juan me tienen seguro, soy como un niño indefenso en medio de ellos, portando un arma que desconozco, pero que a la hora de la batalla la veré como mi mejor amiga, siento la sombría venida de la guerra parecida al galopar del caballo del mismo diablo, los pelos se me encrespan de miedo, porque sé que de esta nosalgo vivo.
La taza de ron y el rancho frío la disponen a los comensales, que demuestran una sarta de caretas  de alegría, tragan el amargo temor creyendo que eso hace más valiente a un peruano.
En mi bolsillo guardo la foto de Flor, el amor de mi vida, la chiquilla que por las tardes invitaba a comer un helado , a pasear por la plaza central a escondidas, su padre un Señor hacendado me tildaba devago y pordiosero, nuestro amor era imposible, pues la familia de mi amada Flor ,me veía inferior a ella ,una futura heredera de valiosos tesoros ¿Cómo podría estar con un estúpido sin futuro como yo?.Aquella pregunta me hacía trizas el corazón, la yaga esta abierta…….Eso me hace doler, más que una daga clavada en el centro de mi pecho, sentir el ardor y ver a la muerte enterrando sus uñas en micabeza.
Recuerdo nuestro último encuentro en una de las callecitas de la plaza  en la tienda de Don Benito, un humilde vendedor de alfajores, que nunca nos boto de nuestro niditos de amor, era un auténtico celestino, esos alfajores que tanto te gustaban, que tanto disfrutabas a lado mío.
Entre lágrimas me confesabas que te ibas muy lejos, a huir de la guerra junto a tu familia.
Mi corazón quedóhecho añicos, no quería que te fueras  pero la insistencia de tu padre, la necedad absurda, el miedo que te oprimía el corazón, pudo más que mi sincero berrinche, de irme enojado y decirte aquel instante que nunca luchaste por nuestro amor. Salí corriendo aquella tarde y nunca más te volvía ver.
¡DIOS MÍO, QUIZÁS ES PRECISO HUIR EN ESTE MOMENTO!, PUES ESTOY MUERTO DE MIEDO.
No puedo retroceder,debo pelear por mí país, es tarde para me, es tarde. Miles de soldados a mi alrededor saben que el dolor será la compañía de los batallones, que nuestros jefes, subalternos, comandantes, se convertirán en simples mortales como nosotros lo civiles.
Son las 6:00 am, el sonido de la trompeta es como el rugido del dragón del apocalipsis, un dragón que anuncia la muerte segura de peruanos dispuestos aser el escudo protector de una nación.
Yo conformo la primera fila, a mi lado Juan y Fidel, mis dos mejores amigos de la infancia, son más que simples soldados ellos son valientes, me atrevería a decir que son mucho más que yo, fruncen el ceño, indicador de un buen soldado, de un patriota, con hambre de terminar con esto pronto. Con  un "Avancen soldados", los batallones marchaban a la muerte,pero el orgullo puede ser el mejor aliado en estos momentos. Nunca pensé estar frente a mi oponente un soldado chileno, con su mirada sarcástica, portado del arma que de seguro enterrará en mi vientre. El olor a pólvora con el previo "Ataquen fuego”, era la hora de luchar, de luchar aguerridamente como un peruano valiente, mi vida ha cambiado, mi ser se estremece y corro hasta llegar a las tropaschilenas. Disparé a mi oponente y cayó, derrame sangre chilena, por primera vez en mi vida mate, mate, y que me perdone Dios, pero el alcance de venganza, es placentero.
A mi alrededor, mis hermanos peruanos pelean la dura batalla, algunos caen, el olor a pólvora mezclado con sangre me enmudece, al costado el soldado chileno caído, el cual yo maté y no estoy arrepentido.

Lamidos de Amor -Dennis

Es increíble como la muerte puede cambiar los momentos de la vida, la manera en que piensas y actúas. Quizás es más valiosa la muerte de un ser humano, ¿Pero la de una animal cuyo corazón se dirigía siempre a ti, cuando miles de veces te daba amor sin recibir nada a cambio? Esta es la historia de mi Dennis, mi amiga a la que muchas veces  cuando me sentía triste, la buscaba en el techo de...