Alzamiento Tupac Amaru

Rebeliones coloniales. Siglo XVIII
Luis Alberto Sánchez. Historia de América. Tomo II.

Comuneros de Nueva Granada
Era virrey de Nueva Granada don Manuel Antonio Flores cuando acaeció aquel memorable levantamiento, de proyecciones más vastas que las entonces percibidas. Coincidió con la nueva guerra entre España
Inglaterra y el ataque a Cartagena (1779). Mientras Flores acudía a este puerto,quedó a cargo de la autoridad el visitador Gutiérrez de Piñeres, quien, tal como Areche en Perú, aumentó los impuestos, creó otros (el del algodón, por ejemplo), acicateó a los funcionarios a oprimir más a los naturales y criollos, y, en suma, trató de obtener, de cualquier modo, nuevos aportes a España para dicha contienda.
Cansado de soportar la mita, los obrajes y las nuevas cargas, se alzóa fines de 1780 el común de los pueblos de Charalá, Mogotes y Simacota, y en marzo de 1781, el de Socorro, donde la mujer Manuela Beltrán arrancó valerosamente el cartel que mandaba nuevos impuestos, y, secundada por el pueblo, se opuso a la autoridad.
Cundió como reguero de pólvora el relato de los sucesos de Socorro y se alzaron otros vecindarios contra Gutiérrez de Piñeres. Elegido jefe delos comuneros el socorrido Juan Francisco Berbeo, declaró que el movimiento estaba dirigido sólo contra las exacciones vigentes, pero de ningún modo contra el rey de España y su autoridad.
Los comuneros se lanzaron, triunfantes en varias escaramuzas, sobre Santa Fe de Bogotá, mientras Gutiérrez de Piñeres huía a Cartagena, más aceleradamente aún al saber que en Puente Real habían sido vencidas lasfuerzas con que pretendió detener a los amotinados. Intervino entonces el arzobispo de Bogotá. Caballero y Góngora, yendo a visitar a Berbeo hasta el Mortiño, cerca de las célebres salinas de Zipaquirá donde le acompañaban sus 20.000 hombres, la mayoría con lanzas y cuchillos.
Para restablecer la paz y volver a sus labores cotidianas, Berbeo exigió que los españoles, representados por elarzobispado, aceptasen y jurasen unas capitulaciones en que se reducían y suprimían ciertos impuestos y se acordaba que los criollos interviniesen en en ciertas funciones de gobierno, etc. Ello se hizo en junio de 1781. Caballero y Góngora rezó una misa para solemnizar el acto y se dedicó, él mismo, a pacificar el norte; pero de nada sirvió su palabra (hecho que proyecta graves sombras sobre sufigura, según aparece del libro de Germán Arciniegas, Los comuneros, Bogotá, 1938. El virrey Flores, siguiendo los consejos de Gutiérrez de Piñeres, desconoció el pacto; envió a Bogotá un regimiento de 500 plazas, cuando ya los comuneros se habían dispersado en cumplimiento de su compromiso, y se puso fuerte contra las demandas de éstos.
Ante semejante felonía, a fines de 1781, nuevamente cundió larebelión, encabezada por Juan Antonio Galán, teniente de Berbeo. Mas no eran ya los tiempos de la primera algarada. Los españoles, prevenidos, despedazaron el nuevo conato. Y en enero de 1782 subían al patíbulo, en Santa Fe, Galán y tres de sus compañeros, a quienes la justicia real condenó a descuartizamiento y a que sus nombres fuesen infamados por cuatro generaciones.
Tremendo destino el queEspaña reservaba a los que se erguían pidiendo trato más humano y justiciero.
Poco después se restablecían los impuestos que provocaron la indignación de Manuela Beltrán y el alzamiento del común, Pero el hecho había conmovido a todo el país. Y se sabía ya que era posible derrotar a los peninsulares.

Levantamiento de los Catari.
Los abusos de los corregidores llegaron a lamentables extremos,no obstante las prohibiciones expresas en las Leyes de Indias. Precisamente la lección que fluyó del alzamiento de entonces trajo como consecuencia la transformación del régimen administrativo y favoreció el nuevo de las Intendencias.
En los últimos años, los indígenas del Perú habían apelado varias veces (sobre todo en 1750) a las armas, o, al menos, al grito, contra la opresión de que se...