alzhaimer
Las experiencias traumáticas* en la infancia, entre las que se ubica la violencia doméstica o intrafamiliar, se encuentran en la génesis y mantenimiento de distintos padecimientos mentales.1 Los traumas psíquicos, también denominados experiencias adversas, son acontecimientos de la vida del sujeto caracterizados por su intensidad, la incapacidad del sujeto para responder a ellosadecuadamente y los efectos patógenos duraderos que provocan en la organización psíquica.2
Los efectos de la violencia contra las mujeres y las niñas, denominada también violencia de género, suelen ser devastadores para la salud reproductiva de la mujer y otros aspectos de su bienestar físico y mental. Además de causar lesiones, la violencia lleva a que aumente el riesgo a largo plazo de que lasmujeres desarrollen otros problemas de salud, entre ellos: dolores crónicos, depresión, uso indebido de drogas y alcohol, así como discapacidad física. Las mujeres con una historia de maltrato físico o abuso sexual también enfrentan un riesgo mayor de embarazos no previstos o involuntarios, infecciones de transmisión sexual y resultados adversos del embarazo.3
En México, según datos de laEncuesta Nacional sobre Violencia contra las Mujeres 2003 (26042 sujetos), 60.4% de ellas informó que había sufrido alguna forma de violencia alguna vez en la vida. Al indagar sobre el abuso en la infancia se encontró que 42.2% había padecido maltrato físico, 21.4% había recibido insultos, 16.5% fue víctima de humillación (estos dos últimos rubros se ubican entre lo que se denomina abuso verbal,emocional o psicológico) y 7.6% había sido víctima de abuso sexual antes de los quince años de edad, donde los principales agresores fueron familiares varones, el padrastro o el padre.4 Algunos investigadores/as consideran que el abuso sexual en la niñez contribuye a aumentar el riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS) en los adultos, sobre todo a través de su efecto en el comportamientosexual de alto riesgo5 o bien a través de la dificultad o impedimento para elegir una pareja sin comportamientos sexuales de riesgo.6
Haber sido testigo de violencia conyugal en la infancia y/o adolescencia es otra forma de maltrato con efectos adversos en la salud; esto es, presenciar los golpes, bofetadas, puntapiés y palizas y/o el menosprecio, intimidación y humillación constantes del padrehacia la madre. Un estudio realizado en Estados Unidos con una muestra de 5060 mujeres encontró que las que habían sido expuestas a esta forma de violencia (n= 670) padecían una ITS en la edad adulta en mayor proporción (10.7%) que aquellas que no lo habían estado (5.7%). Se encontró también en este mismo estudio una relación directa entre una exposición a diferentes tipos de abuso (físico, emocionalo sexual, o ser testigo de violencia, vivir con un padre y/o madre con alcoholismo o farmacodependencia o con problemas mentales o con la ley) y una mayor probabilidad de padecer una ITS (las razones de momios fueron de 1.0 para cero exposición, en 4.1% de las mujeres) hasta 6.1 para seis o siete modalidades (20.7%).7 Otros estudios mencionan que, si bien los hijos/as que han observado o escuchadoviolencia entre los padres no tienen un patrón particular de respuesta, sí parecen manifestar daños en el nivel conductual (como agresión y conducta antisocial); emocional (como ansiedad y depresión); físico (problemas para dormir, trastornos de la alimentación, síntomas psicosomáticos) y cognoscitivo (como bajo desempeño académico).8
En el Instituto Nacional de Perinatología se realizó unainvestigación titulada "ETS/VIH–SIDA y trastornos de la personalidad (TP) en mujeres embarazadas y sus parejas. Detección y prevención de prácticas de alto riesgo"6 con el objetivo —entre otros— de determinar la asociación existente entre experiencias adversas en la infancia y la presencia de infecciones de transmisión sexual en la gestación. El protocolo fue aprobado por las comisiones de...
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