Alzheimer
ALIMENTACIÓN Y ALZHEIMER
La pérdida de peso y la desnutrición son habituales entre estos enfermos, y se asocia a un aumento de la morbilidad y la mortalidad.
El Alzheimer ya afecta en España a cerca de 3,5 millones depersonas y el número crece cada año. Por eso, el reto común de asociaciones, investigadores y familias que cuidan de los enfermos es el de contribuir a mejorar su calidad de vida. En este contexto, la alimentación juega un papel relevante, dado que la pérdida de peso y la desnutrición son habituales y se asocian a un aumento de la morbilidad y la mortalidad.
Los problemas inherentes a laenfermedad, como son la pérdida de la independencia, la dificultad para orientarse, los desórdenes en el comportamiento alimentario y la deambulación frecuente, influyen en el adelgazamiento, que se incrementa con severidad a medida que va pasando el tiempo y el mal va progresando. La información sobre el manejo dietético y los problemas nutricionales es fundamental para los profesionales de la salud y lasfamilias.
La cruda realidad alimentaria
A pesar de que no hay evidencias que demuestren una relación inseparable, sí suele asociarse la desnutrición a las personas con Alzheimer.
En los "Cuadernos del Cuidador", editados por la Fundación Alzheimer España, se hace una descripción muy clara y sencilla de cómo el deterioro de la memoria y del juicio puede interferir en la vida alimentaria. Nohay evidencias científicas sólidas que vinculen los factores nutricionales a la causa de la enfermedad de Alzheimer, pero la desnutrición y la pérdida de peso son compañeras frecuentes de las personas que la padecen.
Según los autores de este documento, se llega a la malnutrición-desnutrición por diversas razones; la pérdida de memoria influye hasta el punto de olvidar cosas tan básicas comohacer las compras, almacenar los alimentos en la despensa o en la heladera y cocinar. Se dan cambios tan sutiles en los primeros estadios que ni siquiera la familia se da cuenta de que la persona con Alzheimer no se está alimentando bien. El olvido de las preferencias alimenticias, y parece ser que hasta de los gustos, y la dificultad en percibir los aromas y saborear un buen plato son algunas de lascausas por las que se pierde el apetito y se come menos.
La atrofia de ciertas regiones cerebrales implicadas en la regulación de la conducta alimentaria podría estar relacionada con la pérdida de peso severa y la deficiencia de nutrientes -entre ellos las vitaminas B1, B9 y B12, y proteínas como la albúmina-, derivada de la mala alimentación, que, a su vez, incrementa el deteriorocognoscitivo.
Con el progreso de la enfermedad, aparecen la deambulación, la agitación y la intranquilidad, responsables de un gasto calórico de hasta 1.600 kilocalorías más de lo habitual para las características físicas del individuo. Si se come menos y se gasta más, el resultado es fácil de predecir: se favorece la pérdida de peso que puede ser la antesala de infecciones, enfermedades oportunistas ycomplicaciones de salud, que lo único que hacen es ensombrecer una calidad de vida de por sí ya muy reducida.
Actitudes y aprendizajes prácticos
La Fundació Institut Català de l'Envelliment (Fundación Instituto Catalán de Envejecimiento) ha editado una pequeña guía práctica, "Alimentación y Alzheimer", que informa de manera amena y muy próxima sobre el manejo de los problemas nutricionales, el...
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