América Latina y Asia en defensa de la Cultura

América Latina y Asia en defensa de la cultura(*)

por Esperanza Jhoncon

América Latina y Asia, dos realidades distantes geográficamente, ¿qué tienen de similar? ¿en qué difieren? ¿son asimilables las experiencias de una a otra sociedad? A puertas de concluir el siglo XX y ante un mundo configurado por leyes económicas de mercado, nos preguntamos si resulta válida la idea de“homogeneidad” mundial o si acaso vivimos ya en una “aldea común”, donde los pueblos, aun de regiones tan distantes como aquellos a los que nos referimos, han terminado por uniformizarse.

El movimiento político y económico internacional pareciera indicarnos que efectivamente somos portadores de una cultura capitalista que ha logrado mimetizar los distintos pueblos que habitan el planeta,haciendo que su modo de vida y sus tradiciones se diluyan en un conjunto uniforme. La cultura original y el modus vivendi de regiones enteras habrían sido entonces destruidas por efecto del fracaso de la experiencia socialista y la adopción de una economía global de mercado. Nada más lejos de la verdad, puesto que una conclusión de esta naturaleza sólo puede resumir una debilidad de conocimientoalentada por intereses políticos que optan por ignorar los rasgos naturales y la idiosincrasia popular de las naciones, cuya persistencia ha demostrado ser inquebrantable porque están ligados a los afectos e impulsos primigenios, de los que no cabe renuncia alguna.

Todos sabemos que las dos grandes regiones que nos ocupan tienen sus propias peculiaridades arraigadas en una historia milenaria que seresiste a pesar de la puesta en escena del imperio tecnológico y la preeminencia de las fuerzas políticas y económicas que condicionan el panorama mundial.

Acercarnos a la comprensión de Latinoamericana y Asia —a través de sus formas naturales de expresión—no sólo constituye un ejercicio de cultura, sino un compromiso con dos realidades auténticas que construyen su destino de acuerdo con supropia identidad. Una identidad que más allá del signo de distinción, representa una fuente de aprendizaje. Y es así como se nos muestra.


La cultura se lleva grabada en la personalidad

Las huellas del coloniaje son imborrables. Forman parte efectivamente de la historia de los pueblos colonizados. Pero esas huellas se han configurado de modo diferenciado en Latinoamérica y en Asia.Así, mientras que en Latinoamérica la penetración ideológica a causa del coloniaje posee un impacto mayor, en Asia lo es sólo selectivamente. A pesar de los largos años de experiencia colonial, los asiáticos no se desprenden fácilmente de sus estructuras organizativas básicas. La firme adherencia a aquellos patrones mentales que dieron origen a su civilización y cultura, condiciona una relaciónesquizoide con los moldes procedentes del exterior. Los asiáticos marcan claramente la diferencia entre su identidad étnica y la del extranjero. Adoptan esos modos extranjeros en las relaciones públicas y laborales, pero retornan a los esquemas tradicionales cada vez que pueden prescindir de ellos y, a medida que se acercan a la edad madura, el retorno se fija irreversiblemente.

EnLatinoamérica, el coloniaje produjo un efecto “envolvente” por acción de la fusión cultural con el conquistador. La transferencia de cultura abarcó todos los aspectos de la vida prehispánica. Probablemente la condición más importante de esa fusión fuera la mezcla étnica. No hubo lo que se llama “asco racial”. El conquistador de la España colonialista se introdujo en las fibras sanguíneas de lapoblación indígena, formando un amplio fenómeno de mestizaje, que posteriormente se extendió entre otros grupos étnicos subordinados al período colonial. Es el caso de los esclavos negros y los coolíes chinos.

El conquistador hispano fue el conquistador del amor, sin abjurar en absoluto de su lealtad a la corona imperial española, pero desatando sus impulsos básicos para fundirse con una...