Amador etica
DR. LUIGI LEONARDO GUINCHE GONZÁLEZ.-Colombia
Una señal de pánico se difunde cual onda explosiva por el mundo: “¡El planeta se está calentando!”, y la alarma se acompaña de toda una parafernalia de imágenes aterradoras que se entremezclan con otras de inconmensurable ternura, las cuales, bombardean al espectador desprevenido (aunquetal vez deberíamos decir incauto), convenciéndolo sistemáticamente de una “verdad incontrovertible”, o como la llamara el ex candidato a la presidencia de los EEUU Al Gore, “Una verdad inconveniente”*, gracias a la cual la Paramount ganó un Oscar que a su vez ha reforzado de manera contundente una nueva inquisición, la inquisición del ambientalismo.
Al respecto, cabe destacar que precisamenteel referido documental fue desvirtuado por nueve errores fundamentales cometidos (según el juez de la Corte Suprema EEUU Michael Burton) en un contexto de alarmismo y exageración, es decir por presentar una visión de tono evidentemente apocalíptico. Por ejemplo, mientras allí se asegura que la capa de hielo de la Antártida se está derritiendo, la evidencia encontrada por los expertos muestra que alcontrario, crece; o en otro aspecto, la afirmación de que el calentamiento puede parar la corriente del golfo llevando a Europa a una edad de hielo es juzgada como científicamente imposible.[1]
Según los proponentes de lo anterior, “el hombre es el responsable del evidente cambio climático” y por tal motivo, en todas partes carteles alusivos: un “helado de planeta” que se derrite amenazante oun cerillo que enrojece al polo sur; además, circulan por la web mensajes cada vez más preocupantes, cuñas de radio, tv y documentales presentados por las más prestigiosas cadenas mundiales señalando, con dedo acusador, al hombre como causante de su propia e “inminente destrucción”, al tiempo que también aparecen a la orden del día, soluciones tan elocuentes como a veces, divertidas.
Es asícomo por ejemplo, cientos de miles de personas en todo el mundo han tenido la oportunidad de ver la imagen de un “indefenso” oso polar alejándose de la orilla sobre un iceberg, y desde luego, gigantescos fragmentos de hielo desprendiéndose aparatosamente de los polos ante la mirada atónita de uno o más reporteros que a su tiempo realizan sendas tomas mientras comentan lo desastroso de la situación.Sin embargo, lo interesante de esto es que muchas más personas tendrán la oportunidad de presenciar estas escenas durante cientos de años más. Si, tantos cuantos el eje de rotación de nuestro amado planeta mantenga su inclinación de 23º 26’ con respecto al plano de la elíptica*, circunstancia que genera el hecho de que el día y la noche polares tengan una duración de seis meses cada uno.
Enresumen, se trata de un fenómeno en el cual el hombre como especie no tiene ninguna responsabilidad; a menos que alguien desee culpar a la humanidad y sus “prácticas contaminantes” de la desviación del eje terrestre, la cual, entre otras, suscita la presencia de estaciones alternas en los dos hemisferios. Esto es, que cuando en el hemisferio norte está en verano, en su homólogo del sur es invierno.Continuando, podemos decir que, como todos sabemos, para que la realización de cada uno de los videos y/o las mencionadas fotografías sea posible, es necesario un elemento: Luz, mismo que durante el invierno polar es prácticamente inexistente ya que como se dijo, en tales zonas, la noche es, en suma, extensa; de suerte que es imposible realizar algún tipo de filmación como las que hemosreferido.
Así pues, cada año, con alternancia milimétrica, mientras en uno de los polos el hielo retrocede por causa de los rayos de sol que lo bañan, circunstancia claro que las cámaras no han de desaprovechar; en el otro, sin falta, y por la razón opuesta, el frío avanza congelando el agua que encuentra a su paso sin que el hombre desde que es hombre haya tenido ningún tipo de injerencia en la...
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