Amalia
"Lo cierto es que todo eso no fueron sino pretextos y palabreo del decreto y que Rosas, sin dar tales premios a sus soldados nitales indemnizaciones a sus buenos federales, hizo entrar en sus arcas el producto de las confiscaciones, y le dio a su antojo el destino que mejor le plugo. Uno de ellos fue el pago a ciudadanosfranceses de las indemnizaciones que la Francia le obligó a reconocer en el tratado de Mackau, del 29 de octubre. Con el sudor de los enemigos de Rosas vio la Francia indemnizados a aquellos de susnacionales que lo fueron por perjuicios resultantes de los excesos y locuras del mismo Rosas.
"Tanto menos puede justificarse el expoliatorio decreto con la invasión de Lavalle, caunto que él comprende yse aplicó a todos los enemigos de Rosas y no meramente a los que la ejercieron, promovieron o ayudaron dentro o fuera del país, como en todo caso debió ser. El condenó a la indigencia a los unitariosen masa, por sólo el hecho de serlo, aunque nada hubiesen intentado contra Rosas, ni en el país ni fuera de él; es decir, el decreto se dirigía a penar una opinión. Así es que se aplicó, no solamentea los que invadieron o se unieron a los invasores, no solamente a los emigrados, sino también a innumerables individuos pacíficos, sumisos, inofensivos, que no se habrían movido de sus casas, contralos cuales no se invocaba ningún hecho determinado, sino el general: ser unitario. El se aplicó a extranjeros que en nada se habían ingerido. ¡El se aplicó aun a señoras!
"Por otra parte, no sesalvaron ni se tuvieron en cuenta los derechos de acreedores, socios, o de cualquier otro tercero. Fue una verdadera expoliación general de bienes, ejecutada del modo más arbitrario y brutal. ¿Cuál juez oautoridad decidía quiénes fuesen los enemigos de Rosas o estuviesen incursos en el decreto? Rosas y sólo Rosas. ¿Cuáles diligencias o esclarecimientos precedían? Ninguno. ¿Qué se dejaba a los...
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