Amaos los unos a los otros
Desde los principios de la historia, y como un legado perenne que ha sabido soportar las diferentes etapas de la evolución del hombre, siempre se ha hablado de latradición social más significativa para la humanidad: La familia.
La familia, como soporte y centro de la construcción de cualquier sociedad, ha sido un icono súper representativo para aquellosestudiosos que, con ansias, buscan el origen de la formación de esas comunidades iníciales, podríamos decir prehistóricas, que dieron inicio a unos grupos de personas conviviendo en un área geográficadeterminada, con necesidades comunes y con una necesidad imperativa de sobrevivir ante los diferentes ataques del clima, de los animales y hasta de otros grupos con quienes se enfrentaban debido aposibles luchas territoriales.
Poco a poco, estos investigadores fueron consolidando a la familia como el núcleo original de cualquier sociedad, concluyendo en forma unánime acerca de su vitalimportancia, y ubicándola como la piedra angular que soportaba el desarrollo de cualquier comunidad, afectándola de manera muy directa en cualquiera de las dos formas más conocidas: De forma positiva si lasfamilias eran estables, bien conformadas y con vínculos sociales fuertes; y de manera negativa si las mismas familias fueran inestables, problemáticas, disociadas, con vínculos fraternos muy débiles,o casi nulos.
Anteriormente, la conformación de las nuevas familias se acordaba a partir de un “arreglo” entre los padres de quienes querían unirse en un vinculo matrimonial, midiendo generalmentela conveniencia de status y el beneficio económico que se podría desprender de esa unión.
Los tiempos fueron cambiando, y la independencia por el gusto de con quien deseaba casarse tal o cualpersona, fue acrecentándose hasta el punto que ya los padres no interferían para nada, limitándose a dar un visto bueno de aceptación a la nueva pareja, o presentando argumentos de por qué les parecía...
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