Amaya

DELINCUENCIA JUVENIL, DROGAS E INTERVENCIÓN
Osvaldo Agustín Marcón

Como bien refleja el texto, la sociedad de hoy día se centra principalmente en “qué pensamos” y no en el “cómo”. Así, llegamos auna sociedad dividida y centrada en ideas concretas sin ir más allá. Dividida haciendo referencia a dos grupos los consumidores y no consumidores de sustancias y centrada en las consecuencias sin darleimportancia al porqué de la problemática, es decir, a las causas y a su entorno, aceptando sin discutir el escenario final.

También, observamos la unión entre la delincuencia juvenil y las drogas,el círculo vicioso en el que están envueltos ambos conceptos, donde ser delincuente conlleva a consumir drogas y consumir drogas conlleva a ser delincuente a pensamientos de los no consumistas, así, sellega a la afirmación con seguridad de cierto criterio sin pedir voz a los consumistas. Estos, con la influencia de la sociedad basada en los ideales de los no consumistas, quedan expuestos a unsegundo lugar donde sus problemas y necesidades básicas quedan fuera de este sistema central.

Por lo tanto, quedan sumisos e interiorizados a sí mismos, aceptando esa normalización aun no siendo locorrecto, ya que lo que debe primar es la causa del “cómo” y no el “qué” de la consecuencia que ha llevado a delinquir o consumir, teniendo en cuenta que ambos conceptos no van unidos entre sí.

En cuantoa lo que se refiere a la intervención y teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, tenemos que mencionar esa intervención insuficiente propuesta por la sociedad en la que vivimos. La asociaciónrealizada con los jóvenes que consumen drogas y la delincuencia nos lleva a un trabajo individual y, únicamente, carcelero teniendo que ser este el entorno de intervención. Sin hablar, claro está, dela prevención que se produce, también y casi siempre, a nivel individual. Pero siguiendo con la intervención, no podemos hablar de intervención en drogas y ceñirnos a proponer algo en las cárceles. ...