Amazonia
¿Se trata, acaso, de un acto de osadía, de unaexpresión de cinismo o de un chiste flojo, el afirmar, justamente en la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible, que crear un área estratégica minera en el corazón de la Amazonia colombiana es algo así como unapanacea para conservar su diversidad biológica y cultural?
El Gobierno ha señalado que mediante esta declaratoria se propone entregar los títulos mineros a empresas que por su experiencia y capitalestén en capacidad de desarrollar una minería con los más altos estándares ambientales, que es lo que denomina como minería sostenible.
Pero la minería a cielo abierto y a gran escala, así se haga conla mejor tecnología disponible, inevitablemente deja profundas e irreparables huellas ecológicas que, con frecuencia, se compensan mediante la protección de otras áreas de especial valor ambiental.Sin embargo, en la selva tropical los más graves impactos de la "minería sostenible" no son precisamente estas huellas inevitables en el sitio de la mina, y en este hecho se encuentra el meollo delproblema. Y es que el establecimiento de una intensa actividad minera en el este amazónico exigiría la construcción de vías de comunicación que detonaría, entre otras, el arribo caótico de miles decampesinos sin tierra que talarían el bosque a tábula rasa para extraer sus maderas y establecer improductivas parcelas para su sustento. Y, con la colonización, vendrían las grandes haciendas ganaderas, oun nuevo, e injustificable, proceso de potrerización a gran escala, similar al que se ha dado, en el pasado, en otras áreas de la Amazonia.
No nos engañemos: la amplia experiencia internacional de...
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