ambulantes
El padre de Víctor Julio Barón fue vendedor ambulante y él lo ha sido desde niño. Hoy tiene 38 años y su familia sobrevive gracias a los collares que élfabrica y vende en las plazas de Cartagena. Víctor Julio dice que su oficina es la calle, pero cambiaría ya mismo lo que ha sido su rebusque perpetuo por un trabajo estable. Y, sobre todo, no quiere quesus hijas -tiene tres entre 16 y 12 años de edad- se dediquen a la venta ambulante. Para ellas aspira a una vida menos dura, que trabajen con menos sobresaltos y ganen más dinero.
El padre deVíctor Julio Barón fue vendedor ambulante y él lo ha sido desde niño. Hoy tiene 38 años y su familia sobrevive gracias a los collares que él fabrica y vende en las plazas de Cartagena. Víctor Julio dice quesu oficina es la calle, pero cambiaría ya mismo lo que ha sido su rebusque perpetuo por un trabajo estable. Y, sobre todo, no quiere que sus hijas -tiene tres entre 16 y 12 años de edad- se dediquena la venta ambulante. Para ellas aspira a una vida menos dura, que trabajen con menos sobresaltos y ganen más dinero.
Ahora han resuelto que todo lo malo somos nosotros -reclama, apoyado por varioscolegas de oficio-. Nos atacan pero no nos oyen. Ultimamente nos tratan como parias .
Yo creo que Víctor Julio está equivocado. Ultimamente, en Colombia no se trata a los vendedores ambulantescomo parias. Sino como delincuentes. En el ranking nacional de villanos, seguramente aparecen enseguida de narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares. A veces, los ataques de los alcaldes, laspersecuciones a bolillo y las vociferantes denuncias de los dómines del comercio los elevan al primer lugar de la escala de la infamia. Los culpan de todo: de los atascos del tráfico, de la quiebra degrandes empresas, de la inseguridad, del mal tiempo, del contrabando y hasta de la fealdad urbana (hay bogotanos a los que les parecen horribles los negritos desplazados que venden leña en los barrios...
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