Amigo eu

Amigo Eu:
Ya sé que estás en 3º de ESO, y que te van bien las cosas. Me alegro. A lo largo de estos años habrás tenido muchos profes y muchas seños, que eso de maestro es una antigualla y cosa de carrozas, como decís ahora. Seguro que ya ni te acuerdas de la mayoría de ellos. Lo siento, hijo, por ti, ya que tu padre y tu abuelo y los amigos de tu padre y de tu abuelo, no tuvimos ni ESO, niInstituto, ni profes, ni monsergas; sólo un maestro: el maestro. Era alto, enjuto y elegante, que daba gusto verlo cada mañana, cuando el sol asomaba por el lado de la estación, izando la bandera, roja y gualda, mientras dos filas de chiquillos, cabeza rapada al cero, flequillo sobre la frente, sabañones en las orejas y brazo en alto berreábamos un Cara al sol bastante desentonado. Bueno, es que elmaestro era algo sordo y por eso desentonábamos. Lo de sordo no hay que tomarlo a mal, que para nosotros un maestro, además de alto, delgado y serio, tenía que ser algo sordera. ¿Que no has visto aún la famosa foto con el mapa de España de fondo, un globo lleno de ríos y de montes y un libro entre las manos? Vamos, anda, tío, que no estás al loro. El libro que aparece en la foto era la EnciclopediaÁlvarez: de cabo a rabo tenías que sabértela. También es verdad que en cinco años había tiempo para todo, si no te llevaban antes a guardar las cabras o a coger aceitunas, que los tiempos eran malos. Una libreta de dos rayas, una pizarra con marco de madera y un pizarrín, todo entre dos tablas amarradas con correas, era el resto del material, no como vosotros ahora: venga libros, mochilas,rotuladores y pamplinas, que ya no saben qué mandaros. Y todo eso ya venía en la Enciclopedia; de otra manera, pero venía. Lo que yo te diga, oye.
Terminado el Cara al sol, otra vez brazo en alto y “Ave María Purísima”, íbamos entrando a empujones en la hermosa y solitaria escuela, que el aire frío de San Miguel te ponía los sabañones al rojo vivo. ¿Que qué significaba todo ese rollo de saludos, banderasy brazo en alto? Tampoco puedo contarte la historia de muchos años en cuatro letras. Además, niño, que no sé para qué te sirven tantos profes. ¡Anda, que no contaba clarito todo esto la Enciclopedia Álvarez!
Sólo puedo decirte que eran tiempos de racionamiento y que los niños hacíamos cola en la puerta del estanco con la cartilla de cupones para recoger el tabaco de picadura y el librito depapel Bambú. Lo mismo no era Bambú, sino Gol, que tampoco tiene uno que acordarse de todos los nombres. Éramos los niños de la guerra, aunque eso lo han dicho después otras personas, que nosotros estábamos simplemente en babia. Cantábamos lo que nos echasen, y saludábamos brazo en alto la bandera, el retrato de Franco y el de José Antonio y al lucero del alba si se terciaba. Instrucción y desfiles yano hacíamos, eso fue antes. Pero nosotros, lo que nos echasen, que aquello sí que era pasar de todo, porque no entendíamos nada.
Firmes, entre el respaldo y la mesa del pupitre, sobada y con manchas antiguas de tinta, el maestro, serio y tieso como una estatua, comenzaba a persignarse. ¿Que tú no sabes qué es eso? Me lo imaginaba. Otro día te lo cuento más despacio. Levantaba lentamente el brazo,hacía una cruz con el índice y el pulgar y los llevaba a la frente. Permanecía quieto, tranquilo, sin mover un solo músculo hasta que todos los niños tenían la mano en la frente. No era zurdo y lo hacía con la mano izquierda: listo que era el maestro; muchos años tardé en descubrir por qué lo hacía de esa forma.
Me cuentan que han hecho un Hogar del Pensionista en el jardín de la escuela,justamente en el mismo sitio donde el Gervasio plantaba los rosales o hacía nichos de cristal para las flores muertas. El Gervasio estaba muy malito y no podía jugar a guardias y ladrones como el Carliche, el hijo pequeño del sacristán, que yo siempre pensé que sería guardia civil, comandante de puesto, por lo menos. Por poco la marré. Posiblemente ahora juegan a las cartas, al tute o a la picá, en...