Amistad
- Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo--, dijo un soldado a su teniente.
- Permiso denegado!--, replicó el oficial. --No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto.
El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando elcadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso:
- ¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver?
Y el soldado, moribundo, respondió:
- ¡ Claro que sí, señor!, cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme:
--Juan... ¡estaba seguro de que vendrías!
Media cobija
Don Roque era ya un anciano cuando muriósu esposa. Durante largos años había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia.
Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
A los setenta años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos.
Esperaba que su hijo, ahora brillante profesionista, leofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que éste apareciera, y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo.
Don Roque tocó la puerta de la casa donde vivía el hijo con su familia.
--¡Hola papá!, ¡Qué milagro que vienes por aquí!
--Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo; además estoy cansado y viejo.
--Pues a nosotros nos da mucho gustoque vengas a visitamos, ya sabes que ésta es tu casa.
--Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
--Entonces, ¿no te molestarla que me quedara a vivir con ustedes?, ¡me siento tan solo!
--¿Quedarte a vivir aquí?, sí... claro.., pero no sé si estarías a gusto. Tú sabes, la casa es chica... mi esposa es muy especial... y luego los niños...
--Mira hijo, si te causomuchas molestias olvídalo. No te preocupes por mí, alguien me tenderá la mano.
--No padre, no es eso. Sólo que... no se me ocurre dónde podrías dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían... o sólo que no te moleste...
--¿Qué?
-Dormir en el patio...
--Dormir en el patio está bien.
El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de doce años.
--Dime papá.
--Mirahijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche.
--Sí, con gusto... ¿y dónde va a dormir?
--En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento llegó su padre.
--¿Qué haces Luis? ¿Por qué cortas la manta de tu abuelo?
--Sabes papá, estaba pensando...
--¿Pensando enqué?
--En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas ya viejo y vayas a vivir a mi casa.
Palabras de un reloj
Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.
Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo
para hacer cada uno de ellos.
No los quiero hacer todos a la vez.
Nunca me preocupo de lo quehice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi
ocupación es de hoy, aquí y ahora.
Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni
preocuparme por el futuro.
Tú que eres persona, si quieres vivir tan tranquilo y tan feliz como yo, no trates de
vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día.
Vive ahora.
Haz el trabajo de cada díaen su día.
Te convencerás, que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.
Hay un modo difícil y un modo fácil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.
Si quieres encontrar el modo fácil, mírame a mí.
Nunca me preocupo, nunca me apresuro; pero nunca me retraso.
Lo que tengo que hacer lo hago.
Es este el secreto.
El Tren de la Vida . . .
La vida no es más que un...
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