Amistad
División Terapia Intensiva, Hospital de Clínicas José de San Martín, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires
+El tema de la eutanasia vuelve a estar deactualidad. Ello se debe a varias razones, entre otras, el todavía reciente Óscar de la película de Amenábar, Mar adentro. No sucede lo mismo en la literatura especializada. Las razones de esto pueden servarias. Una, que ya se consideren logrados los objetivos, al menos los intelectuales. Otra, que no se vea posibilidad de ir mucho más allá del punto al que ha llegado el análisis. Y una tercera es lageneralización del convencimiento de que la eutanasia no podrá ser contemplada nunca más que como una excepción, algo así como la solución de emergencia para casos muy extremos. Son cada vez menosquienes no aceptarían la eutanasia en situaciones excepcionales. Y quizá por eso el interés se dirige ahora hacia el otro tema, el más general, quizá también el más difícil de llevar a la práctica, elde la dignificación de las condiciones de vida de los ancianos, de los enfermos terminales y de todos aquellos que se encuentran en situaciones tan comprometidas que pueden considerar su vida como peorque la propia muerte.
+Hay un tiempo para vivir y un tiempo para morir. No sólo hay un tiempo biológico sino también un tiempo biográfico. Un buen ejemplo de esto nos lo ofrece El Quijote. Trasla derrota que sufre en Barcelona a manos del caballero de la Blanca Luna, don Quijote vuelve a su tierra natal. En pleno campo, mientras Sancho duerme, don Quijote exclama: “Así el vivir me mata, quela muerte me torna a dar la vida.” Este es el sentimiento de todo el que quiere morir. Hasta tal punto es así, que Cervantes ya no tiene otro remedio que poner fin a la vida de su personaje. Lo pidesu propia biografía. No sólo hay un “tener que” vivir sino también un “tener que” morir. La muerte es también una empresa, una tarea, tanto vital como moral. El film de Amenábar ha puesto de...
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