Amor en adolescentes
Marcelo Urresti∗
La adolescencia es un período de la vida que se caracteriza por cambios abruptos. Entre los primeros teóricos que se ocuparon del tema ya quedaba claro que para las sociedades occidentales se trataba de un período de crisis y reestructuración de la personalidad1, o como dijo Rousseau en el Emilio una etapa de “segundonacimiento”. En efecto, en nuestras sociedades con la llegada de la adolescencia la gran mayoría de los niños pierde seguridades y vive duelos: el cuerpo cambia, se abandona la infancia, se transforma el lugar que se ocupaba en la familia y en la escuela, caen referentes de autoridad antes naturalizados, se abre el tiempo de la obligada autonomía, se desoculta la genitalidad. En ese período, para eladolescente, la familia entra en un paréntesis en el que se reparten de nuevo las cartas. Cada adolescente se abre progresivamente a una vida social en la que el lugar de su propia familia se desplaza: en ese movimiento, aquella anterior cuasi monopólica instancia va perdiendo peso específico y se ve obligada a “conversar” con otras instancias de la socialización. En dicho proceso van surgiendocosmovisiones y valoraciones no necesariamente acordes con los mandatos de la tradición heredada. Con la adolescencia se abren espacios de conflicto intergeneracional en el interior de las familias, siempre renovados con la sucesiva entrada de cada miembro en la pubertad. Es decir que el período conflictivo no sólo es interior al sujeto que vive la transformación en primera persona, tambiénafecta a su entorno inmediato. Familias y escuelas, ámbitos primordiales de la niñez mayoritaria, entonces comienzan a compartir su espacio con otras dimensiones de la vida social en la que los adolescentes expanden las redes de relaciones dentro de las que normalmente actúan. Mientras transcurre
Marcelo Urresti, 35 años, porteño. Estudió las Carreras de Sociología y Filosofía de la UBA. Es docenteen la materia Sociología de la Cultura de la carrera de Sociología e investigador del Instituto Gino Germani, ambos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Ha publicado dos libros como compilador junto a Mario Margulis (La segregación negada. Cultura y discriminación social, Biblos, Buenos Aires, 1999 elegido por la Fundación el Libro como Mejor Libro de Sociología del año1999- y La cultura en la Argentina de fin de siglo, Eudeba, Buenos Aires, 1998) varios artículos específicos sobre la temática juvenil y adolescente en libros (Margulis, Mario y otros. La cultura de la noche. La vida nocturna de los jóvenes en Buenos Aires, Espasa, Buenos Aires, 1994; e ídem, La juventud es más que una palabra. Ensayos sobre cultura y juventud. Biblos, Buenos Aires, 1996) y enrevistas especializadas nacionales y extranjeras. También ha publicado estudios críticos, traducciones y numerosas recensiones bibliográficas sobre temas de filosofía, crítica cultural y sociología. Ha recibido en distintas oportunidades el Premio a la Productividad Académica y como miembro del proyecto Cultura y discriminación social el Premio Expocyt en el año 1995.
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la crisis -más omenos violenta según los casos familiares, las clases sociales y las tradiciones geográficas y culturales en las que se inscriban-, los adolescentes construyen espacios “propios”. En ellos, procurando una mayor independencia respecto a la mirada de sus mayores, rearticulan los mecanismos de identificación a través de los que constuyen las diversas facetas de su identidad. En este sentido, entre losmúltiples factores que actúan en esta fase hay dos especialmente importantes por el efecto que producen: el primero de ellos, el más importante, es el grupo de pares2; el otro, es el sistema de escenarios y ámbitos institucionales que hacen de marco al encuentro y la cotidianeidad de dichos grupos. Estos factores intervienen de manera decisiva en la rearticulación de los referentes básicos de la...
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