Amor y sexualidad, una mirada feminista.
una mirada feminista
El vivir es siempre una aceleración respecto a la conciencia, como lo es con respecto de lo que no vive. La vida parece ser incontenible; la vida por lo pronto es un desbordarse. María Zambrano 1
El sujeto simbólico del amor en diversas culturas y épocas ha sido el hombre y los amantes han sido los hombres. La mujer, cautiva del amor, ha simbolizadoa las mujeres cautivas y cautivadas por el amor 2 . Se trata del amor patriarcal y de los amores patriarcales 3 . En efecto, los cautiverios de las mujeres se han estructurado en torno al amor que envuelve la sexualidad erótica y procreadora. La maternidad, la filialidad, la conyugalidad, la familiaridad y la amistad, implican al amor considerado inmanente de las mujeres. Sexo, sexualidad y amorson una tríada natural asignada a las mujeres. Son la esencia del mito sobre la naturaleza femenina.
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Zambrano, María: Los sueños y el tiempo, 68. Ciruela Madrid, 1992.
Lagarde y de los Ríos, Marcela: Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. UNAM, México 1989. 3 Anna Jónasdóttir considera que “El amor es una especie de poder humano alienable y con potenciacausal, cuya organización social es la base del patriarcado occidental contemporáneo. El amor hace referencia a las capacidades de los seres humanos (poderes) para hacer y rehacer “su especie”, no sólo literalmente en la procreación y socialización de los niños, sino también en la creación y recreación de los adultos, como existencias socio-sexuales individualizadas y personificadas. Jónasdóttir,Anna: El poder del amor. ¿Le importa el sexo a la democracia? Cátedra, Universitat de Valencia, Instituto de la Mujer, 13: 311, Madrid, 1993
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Sexualidad y amor son un binomio que contiene el proceso civilizatorio del hommo sapiens sapiens que, sobre la base del sexo construyó una sexualidad fundante del pacto social, de la cultura y la civilización, a través de pactos, tabúes y otrasnormas. Mitos, religiones, leyes, ideologías, arte y ciencia, han sido destinados a cincelar la sexualidad y el amor. No cualquier amor, sino el imaginado como natural entre un hombre y una mujer o entre los hombres y las mujeres, aunque desde antiguo se haya dado a veces más el amor entre hombres y, aunque en menor medida, el eros entre hombres, que de los hombres a las mujeres. Hoy, ladiversidad, que empezó colándose por rendijitas, actualiza las preferencias entre hombres y se enseñorean incluso como lo mero bueno. Los hombres son el sujeto del amor y del eros, de ahí su centralidad y jerarquía erótico-amorosa que es cimiento de su paternidad y de la posición suprema familiar, clánica, de linaje y comunitarias; de ahí emanan gratificaciones y cuidados afectivos, sexuales y eróticos,es vía de acceso a trabajo personal gratuito, y es la materia de poderes personales y autoestima, de estatus, prestigio y ascenso jerárquico. Todo ello constituye un sólido soporte personal para cada hombre y para su vida cotidiana. La supremacía genérica de los hombres y su poder de dominio subyacen a cualquier experiencia. Son estructurales. El amor de las mujeres a los hombres como deber ser,implica su apoyo incondicional e incrementa posibilidades de dominio personal y directo, así como genérico, de los hombres sobre las mujeres. Los hombres son el sujeto del amor y de la sexualidad, de ahí su centralidad y jerarquía. Las mujeres son el objeto del amor de los hombres y cada vez más otros sujetos transgénero y transexuales, también son el objeto de amor de hombres hetero, bi, trans. Loshombres son amados casi siempre, las mujeres desean ser amadas y aman. Por ende, con la posibilidad de rupturas, separaciones, divorcios y otras formas de finiquitar relaciones, para más y más mujeres aumenta como la espuma, un mal de amor: el desamor. La opresión de las mujeres encuentra en el amor uno de sus cimientos. La entrega, la servidumbre, el sacrificio y la obediencia, así como la...
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