Amor
antología que en cierta medida exigen la observación y la reflexión. Elcambio de soberanía, la Primera Guerra Mundial, la depresión de los años 30 y la aproximación de la Segunda Guerra Mundial habían creado un ambiente de incertidumbre, inestabilidad y tensa calma. Las actividades laborales, comerciales, culturales y políticas entran en período de cierta morosidad, quietud aparente, angustia y monotonía. Luis Palés Matos reflexiona sobre el pueblo puertorriqueño y LasAntillas. Parece preguntarse ¿quiénes somos?, ¿qué nos identifica? Su poesía logra contestaciones precisas en “Mulata Antilla” y “Ten con Ten” y desoladoras en “Topografía” y “Pueblo”. La preocupación por el mundo afroantillano la comparte con el poeta cubano Nicolás Guillén. La visión de Palés se puede enfocar desde dos grandes perspectivas: lo afroantillano y el mundo social y espiritual delnegro. Desde la primera perspectiva Palés, se compromete con la afirmación de la afroantillanidad puertorriqueña junto al resto de las Antillas. Estas poblaciones
descendientes de esclavos sienten la ausencia de un pasado desconocido al cual no tendrán acceso. Señalar sus antecedentes es poco probable, pero sí conscientes de la raza negra. La vía de conexión a la existencia está en los bailes yritos. Los ritos y los bailes africanos son la forma de llenar el vacío dejado por el desconocimiento de poder seguir la genealogía. El negro está, pero no está su pasado particular y ancestral. Si
en un caso hipotético el negro descendiente desea regresar con sus parientes no sabría quienes fueron ni cómo estarían. El suelo antillano constituye para los negros descendientes de esclavos su únicatierra, su patria, su nación. El autor se compromete con el ser humano negro y ahonda en su mundo espiritual, pero deja fuera su mundo participativo y político muy especialmente el colonialismo. El pueblo negro está ahí sin participación, sólo con la conciencia de su existencia, pero la realidad colonial apenas se refleja en la poca actividad laboral excepto por la explotación de la producción deazúcar y melaza. La pasividad pasiva no se constituye en resistencia y más bien es un dejar hacer a la clase dominante. El conglomerado de las Antillas vive y sufre el mismo patrón de explotación colonial lo que las coloca dentro de las naciones que tienen que sacudirse de los moldes coloniales. El negro y el mulato, mayoritario en las Antillas, es reconocido por el autor en sus manifestacionesculturales las cuales lo atan a la tierra en los ritos, bailes y creencias. Ellos están y participan en las manifestaciones de identificación nacional en la ocupación legítima de las Antillas. La línea de conexión con la lejana África está presente en los ritos y bailes desde donde evocan mundos y deidades. Los
acontecimientos del momento actúan como vallas de contención a las manifestaciones denegros y mulatos. Están a la expectativa que solo se concreta en el dinamismo espiritual. La angustia del negro es la de Puerto Rico y del resto de las Antillas. Se acercan acontecimientos los cuales son presenciados por el pueblo negro y éste responde con su discurso: bailes y ritos. Los nuevos dueños de Puerto Rico con su arrollante poder económico ya se ha dejado sentir sobre la elitedespojándola de hacienda y posición privilegiada que habían gozado en el régimen anterior. El pueblo que había sufrido subordinación a través de años de esclavitud, maltrato y discurso peyorativo ahora espera. La negritud es una condena impuesta en comportamiento
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estereotipado en las clases dirigentes. Las equivalencias mujer, caderas, sensualidad, baile, movimiento... Las frases –negro con alma...
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