Amor

CAP 1
Un hermoso rubio de ojos azules estaba temblando de miedo encima de unas escaleras. Sus dos amigos le miraban impacientes. Llevaban meses intentando convencerle de que fuera con ellos a ese sitio, al que los góticos que rondaban por los pasillos del instituto llamaban el club de los vampiros. Los tres lucían muy bien, totalmente de negro para poder camuflarse. Kiba llevaba una especie dedibujos en la cara que aparentaban ser colmillos, mientras que Neji llevaba el pelo totalmente lacio y planchado. Por su parte,  Naruto parecía un pequeño angelito que había sido convencido por los demonios para que fuera con ellos. A él no le gustaban esas cosas, era un chico más bien optimista y vital, así que entornos como esos le ponían los pelos de punta.
  -  Vamos, tío, no hemos venidohasta aquí para nada. Vamosa ver si hay vampiros de verdad, aunque yo, sinceramente preferiría encontrarme con un hombre lobo.
  -  Kiba, no lo asustes, no hay nada de eso ahí abajo. Detodos modos nosotros te protegeremos, Naruto.
  -  Bueno… venga, vamos.
  -  ¡A por hombres lobo!
  -  ¡Kiba!
Los tres bajaron uno tras otro porlas pequeñísimas escaleras, el último de ellos era el rubio, queintentaba disimular que estaba temblado. Una vez abajo no se veía nada, aparte de una luz roja que venía de una puerta translúcida.
 -   ¿Preparados?
Kiba les miró, empezando a dudar. Empujó la puerta, pero no se abrió. Naruto soltó una risita nerviosa.
 -   Idiota, tienes que tirar.
Se adelantó a él y abrió la puerta. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho ya era demasiado tarde. Neji leempujó un poco para adelante, intentando asomarse por encima de su alto hombro.
Los tres cayeron de golpe sobre el suelo de la oscura habitación. Algunos ojos indiferentes se fijaron en ellos, pero lo que más les aterrorizó, fue la cantidad de miradas negras que fusilaron a Naruto en un solo momento.
 -   Ti-Tíos, creo que les caigo mal.
 -   ¡Qué dices! Vamos…
Kiba se levantó y tendió una mano acada uno, que la tomaron rápidamente. Echaron un vistazo a todas las mesas del bar, pero ni una estaba libre. Mientras tanto, las oscuras miradas no se levantaron del rubio. Entonces fue cuando le vieron. Un hombre les hizo seña sdesde una mesa en la esquina donde  se sentaba a solas. Se miraron asustados, pero decidieron que era más peligroso quedarse de pie. Lentamente, sin poder parar de mirarhacia todos los lados, se acercaron. El hombre se ocultaba entre las sombras, así que no fue visible hasta estar a unos pasos de su mesa.
Era muy inquietante.
Tez pálida remarcada por un cabello negro, que con la luz del sitio se veía medio morado. Sus ojos eran completamente rojos, a excepción de una pupila con forma de estrella.
 -   Sentaos.
Los tres obedecieron. Le miraron tensosmientras el otro les inspeccionaba con cuidado.  Con un movimiento de cabeza señaló a los dos de pelo oscuro.
 -  Vosotros dos, iros a la barra y pediros algo, estoy seguro de que esas personas quieren hablar con vosotros.
Los chicos miraron hacia donde señalaba, y efectivamente, allí había dos personas que les observaban con interés. Hechizados por los oscuros ojos, se fueron dejando al rubio a solascon el desconocido.
 -  Deberías haberte puesto colonia o algo así, destacas demasiado.
 -  ¿¡Qué!?
Naruto, asustado y cabreado, se puso a la defensiva mientras olfateaba disimuladamente su ropa.
 -  No me refiero a que huelas mal, al contrario, eres demasiado apetecible.
 -   …¿Eh?
Le miró extrañado. Nadie le había dicho nada acerca de su olor nunca, y menos, que era muy apetecible. Aunignorando eso, le pareció raro que le hubiese olido desde esa distancia, o que pudiera importar.
 -  ¿Eso es un problema?
 -  Supongo que es la primera vez que vienes aquí, ¿no?
 -  No cambies de tema. ¿Cuál es el problema y por qué quieres que me siente aquí?
Estaba tan frustrado que el miedo ya no le resultaba un problema. Susurro unas palabras que llegaron a sonar amenazadoras, pero el otro...