DESPLAZAMIENTOS Y PLANTEAMIENTOS Olga Luca Zuluaga Garcs. Universidad de Antioquia, Colombia Alberto Martnez Boon. Universidad Pedaggica Nacional, Colombia Qu entendemos hoy por Historia de la educacin y por Historia de la Pedagoga Cmo aproximamos a resolver tan complejas preguntas Existen varias formas de rodear la cuestin. Sin duda, lo primero que salta a la vista es la comprensin de laeducacin como un hecho social. Este reconocimiento es un acuerdo que rige como punto de partida para diversas corrientes histricas. Sin embargo, reconocerla como hecho social no agota su propia dinmica interna, su capacidad de configurar prcticas que la delimitan y la dotan de una especificidad ligada a dominios muy diversos. A menudo, en nuestro medio, el trmino Historia Social de la Educacin designanicamente la relacin educacin - Estado como el objeto del campo de la Historia de la Educacin, estudindola como parte de la totalidad social y por tanto regida por los mismos ritmos y factores que gobiernan la sociedad. Esta manera de ver la educacin descansa sobre supuestos necesarios de problematizar para abrir paso a diversos objetos de investigacin que hasta ahora parecan marginales, sobretodo a los aficionados a practicar historia de las polticas educativas. Evolucin y reproduccin en la Historia de la Educacin El reconocimiento de la educacin como un hecho social supone asumirla como una invariable que si adquiere, en algunos casos, manifestaciones histricas singulares lo hace gracias a diversos mecanismos polticos, econmicos o sociales a los que se encuentra expuesta, como si surazn de ser estuviese siempre determinada por condicionantes externos y de entrada le estuviera negada su insercin en prcticas. . Seguidamente, y como consecuencia de esta concepcin, al ritmo de tales mecanismos la educacin evolucionara paso a paso, progresara en lnea ascendente, como si fuese posible siempre construir ese proceso relativamente tranquilo dotado de una intencionalidad o de unadireccionalidad que hace de las diversas etapas algo mejor. La idea de una gnesis tranquila est comprometida o por lo menos proviene del rezago de una concepcin rigurosamente ponadosacinogresista y simplificadora de la historia. En cualquier caso, el asunto es ms complejo, y es seguro que no se resuelve tomando como referencia una progresin lineal que llevara de la educacin en potencia a la educacin enacto. Ello implica la exclusin de las contingencias, los retrocesos, los quiebres, los estancamientos y los ritmos interiores que constituyen su especificidad. Una variante de esta comprensin histrica entiende la educacin como mecanismo de reproduccin y transformacin que ofrece datos para reconstruir el devenir histrico de la sociedad, a partir de situar la educacin como un componente de lasuperestructura, determinado, en ltima instancia, por procesos econmicos y sociales. De este modo, se establece una causalidad, a partir de la cual los fenmenos educativos derivaran de otros fenmenos ms globales, limitando la posibilidad de reconocer lo especfico de las prcticas. En suma, los nfasis exclusivamente sociales para historiar la educacin opacan la posibilidad de hacer historias de prcticasespecficas, relacionadas con instancias sociales y polticas, pero delimitadas. Al mismo tiempo sobrestiman el papel de la relacin educacin-sociedad. Otros modos de historiar la educacin consisten en abordarla desde el sistema educativo o desde las ideas y doctrinas pedaggicas, las ms de las veces, sin encontrar articulaciones entre estos dos mbitos o establecindolos cuando una corriente toma fuerzaen las esferas estatales. En este caso, las ideas o conceptos de una corriente se inscriben en la historia como parte de las polticas educativas, sin reconocer que ellas tambin hacen parte o se alojan en prcticas de saber. En otro caso se reconocen las ideas pedaggicas como si tuvieran un modelo cada vez renovado hacia el cual tender. Las ideas se acumulan y evolucionan respondiendo a una suerte...
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