Amor
“Después de descodificar la bioquímica del amor –explica–, hemos constatado que hay cuatro tipos de sistemascerebrales, según la sustancia que más se segrega, y que estarían ligados a personalidades distintas y tendrían un papel en el enamoramiento. Si una persona produce mucha dopamina, un neurotransmisor cerebral, tiene una personalidad exploradora, curiosa, energética; si produce mucha serotonina, otro neurotransmisor, tiene una personalidad que yo llamo de constructor, convencional, meticulosa; si producemucha hormona testosterona, es lógica, con gran decisión, de esas personas que les gustan la ingeniería o las matemáticas, y si produce muchas hormonas estrógenos u oxitocina, es de personalidad negociadora, imaginativa, compasiva. Pues hemos observado que las personas que tienen una personalidad curiosa o una convencional tienden a enamorarse de alguien que sea como ellas; en cambio, quien tiene unapersonalidad donde domina la testosterona tiende a sentirse atraído por quienes expresan mayores niveles de estrógenos y viceversa”. Habría tanta razón en aquello de que las personas suelen enamorarse de quien se les parece como en que los extremos se atraen.
La genética del amor, al menos el 50% de lo que somos y hacemos es genético, por las que, según cuál sea tu personalidad, eliges a alguiendel mismo u otro tipo de personalidad” Habría, subraya, una determinación biológica en enamorarse de una u otra persona, además de los factores que se habían considerado hasta ahora: aspectos psicológicos, la atracción visual, compartir unos valores y una cultura o tener un nivel de inteligencia y socioeconómico similar.
“Hay diferentes sistemas cerebrales que se activan, por separado ycompartiendo algunas áreas, para el sexo, el enamoramiento y el amor duradero, y entendemos ya esos circuitos básicos”, explica Helen Fisher. El deseo sexual se activa por las hormonas sexuales (testosterona y estrógenos) y sobre todo en regiones del cerebro como el hipotálamo y la amígdala. Es un mecanismo más primario que el del amor y menos coincidente con él de lo que se pudiera creer.
En elenamoramiento, el estudio de los investigadores norteamericanos evidenció que se activa sobre todo una zona cerebral (área ventral tegmental, en la región subcortical) que segrega dopamina, el neurotransmisor cerebral que rige el placer. Además, las resonancias magnéticas funcionales mostraron que al ver la persona una foto de su enamorado, aumentaba mucho la actividad de uno de los sistemas cerebralesque funcionan con la dopamina, el de recompensa, intencionalidad, motivación para conseguir algo.
Arthur Aron ya llevaba años trabajando en una teoría que este estudio confirmó: el amor no seguía los parámetros cerebrales de las emociones (como la euforia), sino el de las motivaciones o necesidades. Aunque intervengan emociones (esa motivación origina euforia o ansiedad) y conductas, a nivelneurológico, el amor no es una emoción sino una motivación, sostiene Aron. Ese mecanismo de gratificación que se activa en el enamoramiento está por debajo de los sistemas cognitivos y emocionales en el cerebro, regula comportamientos de supervivencia como los que responden a la necesidad de comida o los que también se ha visto que actúan en un toxicómano ante el deseo de consumir cocaína. En elamor, sería un sistema primario de búsqueda de pareja.
Los investigadores observaron actividad en otras áreas cerebrales. Stephanie Ortigue, profesora de Psicología: que al enamorarse se activan 12 áreas distintas. Entre ellas, las hay más cognitivas, como las de recuerdo, representación mental o el concepto de imagen corporal, u otras donde se sopesan los riesgos de pérdidas/beneficios, ante el...
Regístrate para leer el documento completo.