AMORES QUE LASTIMAN.
Páginas: 2 (405 palabras)
Publicado: 9 de julio de 2014
Me di cuenta que era un amor fugaz; incapaz de disfrutarse sorbo a sorbo, imposible de saborearse con pausas.
Era una pasión instantánea, apenas una compañía eventual, sin ninguna intención deperdurar.
Menos mal que lo supe. Cuando por fin lo descubrí, abandoné mi búsqueda de lo eterno en la frivolidad de lo efímero.
Sé que vas a venir sonriéndome, me abrazarás fuerte y e insistirás enpreguntarme si estoy bien, por qué estoy tan callada, por qué ya no me río como el primer día.
Vas a buscar mi mirada esquiva y te vas a quedar a mi lado esperando una respuesta.
Vas a volver arepetirme que me quieres y que te sientes muy feliz a mi lado.
Me propondrás planes entretenidos y salidas que alguna vez me entusiasmaron. Comprarás mi chocolate preferido para sacarme una sonrisa yme harás escuchar la música que me gusta.
Pero por más que hagas, hay ciertas cosas que tendrás que saber. Aunque no sea hoy. Aunque no pueda explicártelas con palabras porque soy cosas del alma.Aunque termine el día y no haya conseguido confesarte la verdad.
Era nuestra primera cita. Me había invitado a salir y yo había aceptado de inmediato. Hacía ya un par de días que venía fantaseandocon la posibilidad de estar a solas con él, aunque al mismo tiempo me sentía muy nerviosa. ¿Qué sucedería? ¿De qué hablaríamos en esa oportunidad?
Pasó a buscarme por la puerta de mi casa un domingo ala tarde del mes de junio. Hacía frío pero habíamos decidido pasar el encuentro al aire libre.
Tenía un auto antiguo que hacía mucho ruido al andar, por lo que adiviné su llegada cuando estuvo a doscuadras, sin necesidad de que usara la bocina.
Me recorrió un escalofrío de emoción por todo el cuerpo. Cuando bajó del auto, lo observé con detalle: vestía un poulover que acusaba al menos unadécada de uso, unos jeans azules gastados y llevaba su cabello apenas largo. ¡Cómo olvidarlo! ¡Me enamoró al instante!
En el asiento de atrás traía a su perro negro sacando la cabeza por la ventanilla...
Era una pasión instantánea, apenas una compañía eventual, sin ninguna intención deperdurar.
Menos mal que lo supe. Cuando por fin lo descubrí, abandoné mi búsqueda de lo eterno en la frivolidad de lo efímero.
Sé que vas a venir sonriéndome, me abrazarás fuerte y e insistirás enpreguntarme si estoy bien, por qué estoy tan callada, por qué ya no me río como el primer día.
Vas a buscar mi mirada esquiva y te vas a quedar a mi lado esperando una respuesta.
Vas a volver arepetirme que me quieres y que te sientes muy feliz a mi lado.
Me propondrás planes entretenidos y salidas que alguna vez me entusiasmaron. Comprarás mi chocolate preferido para sacarme una sonrisa yme harás escuchar la música que me gusta.
Pero por más que hagas, hay ciertas cosas que tendrás que saber. Aunque no sea hoy. Aunque no pueda explicártelas con palabras porque soy cosas del alma.Aunque termine el día y no haya conseguido confesarte la verdad.
Era nuestra primera cita. Me había invitado a salir y yo había aceptado de inmediato. Hacía ya un par de días que venía fantaseandocon la posibilidad de estar a solas con él, aunque al mismo tiempo me sentía muy nerviosa. ¿Qué sucedería? ¿De qué hablaríamos en esa oportunidad?
Pasó a buscarme por la puerta de mi casa un domingo ala tarde del mes de junio. Hacía frío pero habíamos decidido pasar el encuentro al aire libre.
Tenía un auto antiguo que hacía mucho ruido al andar, por lo que adiviné su llegada cuando estuvo a doscuadras, sin necesidad de que usara la bocina.
Me recorrió un escalofrío de emoción por todo el cuerpo. Cuando bajó del auto, lo observé con detalle: vestía un poulover que acusaba al menos unadécada de uso, unos jeans azules gastados y llevaba su cabello apenas largo. ¡Cómo olvidarlo! ¡Me enamoró al instante!
En el asiento de atrás traía a su perro negro sacando la cabeza por la ventanilla...
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