Amortajada
Ana María, al igual que la protagonista de La última niebla, esuna mujer frustrada en el amor. Después de una pasión correspondida con su primo Ricardo y viendo la imposibilidad de realización, al recibir la noticia de un compromiso con Antonio, lo acepta como signo de una fatalidad irremediable y acto de resignación extremo. El matrimonio no es el evento que culmina un proyecto de amor, sino una elección estratégica de vida para alcanzar bienestar social yeconómico. Como dice Beauvoir, para el “segundo sexo” la institución conyugal constituye la única posibilidad de lograr la felicidad (Orozco Vera 1995: 182); lo mismo ocurre en la novela anterior donde la protagonista acepta casarse por temor a quedarse soltera. Sin embargo, ante la sociedad hay que respetar un protocolo impecable, aparentar una felicidad que oculta la soledad humana. La mujertiene que cumplir con las leyes sociales, y también en lo privado debe cumplir con el sexo como un acontecimiento inevitable. La amortajada dice: “[...] Permanecía inmóvil, anhelando primero detener, luego desalentar con su pasividad el asalto amoroso; y permanecía inmóvil hasta durante el último, el definitivo beso… ¡El placer! ¡Con que era eso el placer! ¡Ese estremecimiento, ese inmenso aletazo yese recaer unidos en la misma vergüenza!” (Bombal 1998: 134). Por el contrario, Susana San Juan se deja besar, seducir y conquistar por Pedro Páramo ensoñada en un mundo de visiones.
Sin embargo, lo que sobresale de las protagonistas de Bombal es la búsqueda de la libertad sexual negada mediante la contemplación del cuerpo y la realización del deseo femenino. Ana María experimenta el amor conRicardo, lo vive, y a pesar de que luego termine, su relación ha sido real. No consigue olvidarse de él: “¡Ah, qué absurda tentación se apoderaba de mí! ¡Qué ganas de suspirar, de implorar, de besar!...esa noche me entregué a ti, nada más que por sentirte ciñéndome la cintura” (Bombal 1998: 104). Es el mismo amor carnal que retuerce a Susana San Juan en su cama, cuando afirma: “Hemos pasado un ratomuy feliz, Florencio. Y se volvió a hundir entre la sepultura de sus sábanas” (Rulfo 2004: 165-167). Sin embargo, aquí el amor es producto de un proceso imaginativo que lleva a la joven hasta la locura, al apagamiento gradual de su ser en la pérdida de alguien que nunca ha poseído. Susana sólo se alimenta de una sensualidad desarrollada en la visión y, además, el trauma del incesto le impidetener relación física con otro hombre, sólo el subconsciente la ayuda a aliviar sus heridas interiores.
La infidelidad femenina, real o imaginaria, parece ser la única solución para escaparse de un matrimonio desgraciado llegando, incluso, a utilizar al hombre como fiel compañero, como en el caso de Fernando, amigo de Ana María, el cual escucha sus quejas, elogia su belleza e inteligencia sin...
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