amparo
GUÍA DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL Y LA NUEVA LEY
DE AMPARO”
Ordinariamente, cuando se tiene oportunidad de presentar un
libro, se comienza por dar un panorama general sobre los temas que
en él se abordan para luego destacar, en el orden expuesto por el
autor, los aspectos concretos que se consideran de mayor relevancia.
En esta ocasión,la calidad -por todos conocida- de los autores y la
actualidad de la materia que sometieron a escrutinio doctrinal, me
lleva, sin lugar a dudas, a considerar que no estamos ante una
presentación ordinaria, lo que me autoriza a comentar algunos temas
sin tener que ceñirme rigurosamente a la sistemática en que fueron
dispuestos en la obra. Me permito prevenir a los futuros lectores de
estelibro que mi proceder de ninguna manera podría calificarse de
arbitrario;
antes
bien,
fueron
los
propios
autores
los
que,
implícitamente, me otorgaron licencia para actuar con la libertad
anunciada, pues fueron ellos quienes, al capítulo final de su obra, lo
identificaron con el epígrafe “Balance Inicial”. Si ustedes me lo
permiten, intentaré despejar esta aparenteparadoja.
La historia demuestra que toda institución de Derecho novedosa,
por muy noble que sea, no puede alcanzar sus objetivos de manera
óptima y adecuada en breve plazo. Es imprescindible que transcurra el
tiempo necesario para que los operadores jurídicos, desde sus
diversas actividades, la analicen cuidadosamente, la doten de
contenido, fijen sus alcances y límites e intenten vislumbrar,con
1
elementos objetivos, las consecuencias que su aplicación tendrá en la
sociedad. Solamente así, con la experiencia que dejan los años, es
posible comprender cabalmente una institución jurídica y aproximarse
a conseguir los fines que ésta persigue. Esto lo saben bien los autores
quienes afirman: “nos hallamos en el principio de una nueva etapa en
la que habrán indefectiblementeaciertos, dudas y errores; pero
gracias a los cuales poco a poco, durante los años venideros, todos
iremos encauzando el juicio de derechos fundamentales a un
rendimiento óptimo.”1
Es verdad que será con el transcurso de los años que el juicio de
derechos fundamentales alcanzará su rendimiento óptimo, sin
embargo, nadie podrá negar que el simple paso del tiempo no
conforma experiencia, puesésta resulta, como los investigadores lo
advierten, del aprendizaje conjunto que se obtiene de los errores y de
los aciertos. Hoy estamos ante una obra que, en el camino de la
investigación doctrinaria, constituye el paso inicial de todos los que
habrán de darse para contribuir a lograr esa anhelada experiencia. Es
por ello que resulta del todo explicable que el capítulo final de la obra
quecomento, aquel que está precedido por el estudio y la sana crítica
de la Ley de Amparo en vigor, se haya intitulado “Balance Inicial”,
porque lejos de tener la pretensión de ser un apartado conclusivo,
constituye el instrumento por el cual habrá de comenzar, si se me
permite la expresión, la relación dialéctica entre la doctrina, la práctica
judicial y la actividad postular.
1
Página 243,segundo párrafo.
2
Para los autores, cualquier análisis serio que pretenda hacerse
de la Ley de Amparo en vigor, debe necesariamente considerar las
reformas constitucionales de seis y diez de junio de dos mil once
(comúnmente llamadas “de amparo” y “de derechos humanos”); lo que
determinó el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al
resolver el expediente Varios 912/2010,conocido como “Caso Radilla”;
lo dispuesto en los tratados internacionales que haya suscrito el
Estado Mexicano en materia de derechos humanos y los criterios
adoptados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es así
que no puede hablarse simplemente de un nuevo juicio de amparo,
sino que debe considerarse que estamos frente a un “nuevo sistema
del derecho de amparo”2 que, además,...
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