amuleto de bolaño roberto
Roberto Bolaño
Editorial Anagrama, Barcelona, 1999
Para Mario Santiago Papasquiaro
(México DF, 1953–1998)
Queríamos, pobres de nosotros, pedir auxilio;
pero no había nadie para venir en nuestra ayuda.
PETRONIO
1
Ésta será una historia de terror. Será una historia policíaca, un relato de serie negra y de terror. Pero no lo parecerá. No lo parecerá
porque soy yo la quelo cuenta. Soy yo la que habla y por eso no lo
parecerá. Pero en el fondo es la historia de un crimen atroz.
Yo soy la amiga de todos los mexicanos. Podría decir: soy la madre de la poesía mexicana, pero mejor no lo digo. Yo conozco a todos
los poetas y todos los poetas me conocen a mí. Así que podría decirlo.
Podría decir: soy la madre y corre un céfiro de la chingada desde hace
siglos, peromejor no lo digo. Podría decir, por ejemplo: yo conocí a
Arturito Belano cuando él tenía diecisiete años y era un niño tímido
que escribía obras de teatro y poesía y no sabía beber, pero sería de
algún modo una redundancia y a mí me enseñaron (con un látigo me
enseñaron, con una vara de fierro) que las redundancias sobran y que
sólo debe bastar con el argumento.
Lo que sí puedo decir es minombre.
Me llamo Auxilio Lacouture y soy uruguaya, de Montevideo, aunque cuando los caldos se me suben a la cabeza, los caldos de la extrañeza, digo que soy charrúa, que viene a ser lo mismo aunque no es lo
mismo, y que confunde a los mexicanos y por ende a los latinoamericanos.
Pero lo que importa es que un día llegué a México sin saber muy
bien por qué, ni a qué, ni cómo, ni cuándo.
4Yo llegué a México Distrito Federal en el año 1967 o tal vez en el
año 1965 o 1962. Yo ya no me acuerdo ni de las fechas ni de los peregrinajes, lo único que sé es que llegué a México y ya no me volví a
marchar. A ver, que haga un poco de memoria. Estiremos el tiempo
como la piel de una mujer desvanecida en el quirófano de un cirujano
plástico. Veamos. Yo llegué a México cuando aún estaba vivoLeón
Felipe, qué coloso, qué fuerza de la naturaleza, y León Felipe murió en
1968. Yo llegué a México cuando aún vivía Pedro Garfias, qué gran
hombre, qué melancólico era, y don Pedro murió en 1967, o sea que yo
tuve que llegar antes de 1967. Pongamos pues que llegué a México en
1965.
Definitivamente, yo creo que llegué en 1965 (pero puede que me
equivoque, una casi siempre se equivoca) yfrecuenté a esos españoles
universales, diariamente, hora tras hora, con la pasión de una poetisa y
la devoción irrestricta de una enfermera inglesa y de una hermana
menor que se desvela por sus hermanos mayores, errabundos como yo,
aunque la naturaleza de su éxodo era bien diferente de la mía, a mí
nadie me había echado de Montevideo, simplemente un día decidí
partir y me fui a Buenos Airesy de Buenos Aires, al cabo de unos
meses, tal vez un año, decidí seguir viajando porque ya entonces sabía
que mi destino era México, y sabía que León Felipe vivía en México y
no estaba muy segura de si don Pedro Garfias también vivía aquí, pero
yo creo que en el fondo lo columbraba. Tal vez fue la locura la que me
impulsó a viajar. Puede que fuera la locura. Yo decía que había sido lacultura. Claro que la cultura a veces es la locura, o comprende la
locura. Tal vez fue el desamor el que me impulsó a viajar. Tal vez fue
un amor excesivo y desbordante. Tal vez fue la locura.
5
Lo único cierto es que llegué a México en 1965 y me planté en casa
de León Felipe y en casa de Pedro Garfias y les dije aquí estoy para lo
que gusten mandar. Y les debí de caer simpática, porqueantipática no
soy, aunque a veces soy pesada, pero antipática nunca. Y lo primero
que hice fue coger una escoba y ponerme a barrer el suelo de sus casas
y luego a limpiar las ventanas y cada vez que podía les pedía dinero y
les hacía la compra. Y ellos me decían con ese tono español tan peculiar, esa musiquilla ríspida que no los abandonó nunca, como si
encircularan las zetas y las ces y como si...
Regístrate para leer el documento completo.