Análisis de la fedra de racine

1. Racine y su contexto

Jean Racine (1639-1699) es considerado unánimemente como uno de los tres grandes dramaturgos del Clasicismo Francés junto con sus coetáneos Corneille y Moliere. Nació en Ferté−Milon en 1639 bajo el parangón de la monarquía absolutista de Luis XIV. A muy temprana edad quedo huérfano y sus abuelos por parte materna si hicieron cargo de su educación. A pesar de la orfandadRacine recibió una educación muy selecta de tradición jansenista en Port-Royal que tuvo una influencia muy decisiva en la composición de sus tragedias y, en especial, en Fedra. Según los jansenistas el hombre estaba exento de la gracia –exclusivamente divina- a causa del pecado original. Por tanto la concepción jansenista del mundo propone una humanidad inclinada al mal y exenta de la salvación.La mayor parte de su obra posterior, como veremos, responde a esta concepción pesimista del mundo que, por otra parte, casa perfectamente con los preceptos trágicos.

La primera obra escrita de Racine es La fama de las Musas (1662), basada en la convalecencia del rey Luis XIV y gracias a la cual obtuvo una pensión real. Sin embargo su gran salto a la escena Parisina no se producirá hasta algunosaños mas tarde cuando consigue que la compañía de Moliere establecida en el Palays-Royal represente La Tebaida en 1664, y Alejandro Magno en 1665. Su siguiente tragedia Andrómaca (1667) lo confirma como el principal dramaturgo del momento. El resto de su producción dramática lo conforman seis tragedias paganas - Británico (1669), Berenice (1670), Bayaceto (1672), Mitrídates (1673), Ifigenia(1674) y Fedra (1677) -, una comedia - Los Litigantes en 1668- y las dos tragedias bíblicas -Esther (1689) y Atalía (1691)- escritas a petición de Madame de Maintenon para las alumnas de Saint-Cyr.
Su última tragedia pagana y su retiro oficial de la escena fue Fedra. Con ella el propio Racine creyó haber alcanzado la perfección y se consagro a su labor de historiógrafo oficial de Luis XIV tambiénconocido como el Rey Sol por aquella famosa sentencia en la que apuntillaba “el estado soy yo”. Las relaciones de Racine con el absolutismo fueron intensas a lo largo de su vida, hecho que le proporciono un amplio conocimiento de los ambientes cortesanos que luego proyecto en sus tragedias. Esto se debe en parte a la política cultural que había adoptado la monarquía absolutista protegiendo yestimulando la creación artística y promoviendo unas reglas canónicas que dieron lugar al movimiento clasicista y se concretaron con la creación en 1635 de la Academia Francesa para la Lengua y la Gramática de la que Racine formaría parte.
El dramaturgo también frecuento los ambientes sociales del momento. Fue un asiduo de las reuniones literarias organizadas por Mme. de Rambouillet (1588-1665) en lossalones de la aristocracia, donde se daban cita la mayor parte de los intelectuales y artistas Paris, y se debatía de los temas mas dispares: poesía, literatura, teatro, pintura. Dichos salones son el más claro ejemplo de refinamiento artístico y el movimiento general de interés por el arte y la filosofía que caracterizaron la sociedad francesa del XVII. La fortaleza de la institución monárquica,lejos de apagar este interés por la cultura lo promovió impulsada por las políticas del cardenal Richelieu que, en complicidad con Nicolás Boileau, establecieron las bases del Clasicismo Francés.
Racine como todos los escritores se sometía a unas reglas derivadas de Aristóteles y Horacio. El estilo que preconizaban evitaba excesos, aspirando a la naturalidad y sencillez. El tema preferido era elestudio del carácter del hombre. No se trataba de una literatura popular: el público era la corte y la aristocracia. Nicolás Boileau, amigo y admirador de nuestro hombre, sistematizó las reglas literarias siguiendo precisamente la preceptiva aristotélica en su Arte poética.
Estamos por tanto ante un periodo histórico en el que la cultura, subvencionada por el poder, alcanza un gran desarrollo...