Análisis sociológico de las manifestaciones culturales en cementerio festivos

CEMENTERIO COLLIQUE
Al descender del vehículo en el que me trasladé hasta el cementerio, ubicado en la sexta etapa de Collique, vi un hueco en el suelo de un metro aproximadamente en el queestaban preparando una suculenta pachamanca para recibir a los visitantes (que cada vez aumentaban en número) por el monto de 6 soles por porción.
La puerta del cementerio estaba atiborradade vendedores ambulantes que vendías flores, velas, globos, comida, bebidas, etc.
Se trataba de un cementerio precario, sin ninguna organización establecida para distribuir las tumbas que seextienden a lo largo y ancho de las faldas de un cerro. La gente ingresa y sube por los improvisados caminos y escaleras de piedras que se han formado por el pasar de los visitantes.
Dentro,se puede ver que hay una familia que ha decidido ponerle un toldo a la tumba de su ser querido, pero ni para protegerlo o protegerse del Sol del mediodía, sino para asentar un pequeñorestaurante de Chanfainita y chicha morada.
Las tumbas en su gran mayoría están adornadas con flores, globos, stickers, pancartas, según el sexo y edad del difunto. También había quien ponía comidao cerveza y las dejaban al pie de las tumbas.
Respecto a la música que acompañaba esta conmemoración a quienes ya no están entre nosotros, habían dos tipos de manifestaciones: una banda demúsicos que, acompañados de guitarra, cajón y un harpa, tocaban la canción favorita que las familias pedían para ser entonadas ante el sepulcro; y un hombre que se paseaba con un parlantecargado de una mochila de discos de música de distintos géneros para que los familiares entonen, a voz en cuello, las canciones que removían los recuerdos.
Otro de los puntos resaltantes, era quemuchas de las familias iban preparadas para pasar el día entero en el camposanto, algo como un día de campo, puesto que llevaban sillas, mantas para sentarse, comida en ollas, sombrillas.