Análisis

El Final y El Expulsado

(Samuel Beckett)

«La única posibilidad de renovación es abrir los ojos y ver el desorden. Habrá una nueva forma, y esa forma será de una clase que admitirá el caos y no tratará de decir que en realidad es otra cosa» Con esto, me atrevo abrir su pensamiento, para ver los entramados que se hurgaban en su interior, práctica de un nihilismo viviente, imperante y demente,no común.

La historia transcurre en los ojos de un propio personaje, “Samuel” (por darle un nombre), por donde va engranando todo una historia de acontecimientos irrelevantes, pero de una carga de importancia suma. Cada suceso está revestido de absurdo con un herido sentido. Todo a la par de un … Es un ascenso y descenso del drama y de lo ilógico. El personaje principal que se descubre como elprotagonista de su misma historia contada. Viene, se va, se coloca, se aleja, no sabía dónde estaba y lo que no quería hacer se sorprendía haciéndolo… «Tenía una imagen vaga de mí… no presté a los alrededores atención que quizá les hubiera dedicado de sospechar que iban a cerrarse sobre mí». Ante esto, el protagonista nos va conduciendo a su par sin dejarnos un instante tranquilos. La consecuciónde hechos comienza agrietar la capa de piel que lo cubre. Parece un juego de azar en un lapso de vida, dónde desprovisto de todo golpea la realidad con una crudeza descabezada. Ante las innumerables pifias sólo se queda en la nada… Era un pobre que colgaba con su miseria y su infecta vida. «Yo no necesitaba bondad […] Máscara de viejo cuero sucio y peludo, no quería ya decir por favor y gracias yperdón. Era una lástima». Ya no contaba con nada, ni con la estúpida esperanza. Es demasiado observador en aspectos internos dónde la apariencia y la altanería se conjugan. «Quieren dar, pero no les gusta que la moneda se escape dado vueltas bajo los pies de los transeúntes, o bajo las ruedas de los vehículos, donde cualquiera puede cogerla. En resumen: no dan… Prefieren ver al mendigo de lejos,preparar el penique, soltarlo en plena marcha y oír el Dios se lo pague debilitado por el alejamiento». Su situación era precaria, vivía de la sombra y la tendencia del minimalismo, con un tinte acre de desalmado pesimismo. Y finaliza un relato, «Pensé débilmente y sin tristeza en el relato que había intentado articular, relato a imagen de mi vida, quiero decir sin el valor de acabar ni la fuerzade continuar», mientras que al final concluye: «No sé por qué he contado esta historia. Igual podía haber contado otra. Por mi vida veréis como se parecen».

Samuel Barclay Beckett (Dublín, 13 de abril de 1906 – París, 22 de diciembre de 1989) fue un novelista, dramaturgo, crítico y poeta irlandés, uno de los más importantes representantes del experimentalismo literario del siglo XX, dentro delmodernismo anglosajón. Fue igualmente figura clave del llamado teatro del absurdo. Escribió sus libros en inglés y francés, fue asistente y discípulo del novelista James Joyce. Su obra más conocida es el drama “Waiting for Godot” (Esperando a Godot). La que vamos analizar son: “The End” (El Final) y The Expelled (El expulsado) de 1946.

Me encuentro ante un dilema… Una hoja de doble filo, sobretodo con el autor de la obra, Samuel Beckett. Al visualizar su comprensión, pero me encuentro en el operar en la nada. Es asomarse a su desnudez absoluta (minimalismo), puede que uno sufra indigestión, estreñimiento o mareo de ideas en la indagación. También por qué no, tomar el libro leerlo sin tomarse molestia de acceder a la razón del autor. De cualquier manera uno queda enriquecido al leerle.Nos encontramos ante una mente fría que quema como el hielo, despiadada. Pero, cuidado con los cristales rotos de su pensamiento, que uno puede herirse, ya que su percepción es muy pegada a la verdad. Esto es lo que me fascina del autor, su honestidad sin ningún tapujo o fisura. Es el escritor de la transparencia. Tanto así que nos puede molestar, incomodar por causa de sus mutilados. Debemos...