Ana Frank

Ana Frank
Diario
Las habitaciones de atrás
Prefacio
Acabo de volver la última página de este libro y no puedo contener mi emoción. Me pregunto qué mujer hubiera sido la maravillosa niña que, sindarse cuenta, escribo esta obra maestra. Uno de estos días de 1951 hubiera cumplido los veintiún años…. Siento que algo se desgarra en mi interior, al pensar lo que el conjunto armónico de suinteligencia y sensibilidad hubieran dado de sí, de no haber sido devoradas y aniquiladas hace cinco años por esa horrible máquina que ofrece su rostro cubierto por diversas máscaras, esa máquina que sedispone a convertirse en polvo nuestra civilización. El delicado rostro de esa muchacha no se puede evocar sin melancolía. Su delicado rostro que entro en el reino de las sombras…
Era un pequeña judía detrece años, hija de unos comerciantes alemanes que, al iniciarse las persecuciones nazis, habían creído encontrar en Holanda su salvación. Pero las alforjas del monstruo estaban llenas de ardides.¿Quién podría estar seguro de escapar? La invasión de Holanda los puso otra vez a su alcance. En julio de 1942, los Frank se encontraron en la alternativa de someterse a las disposiciones de la Gestaposobre los judíos, o esconderse a todo riesgo. De los dos términos de esta alternativa, escogieron el segundo. Aquellos pobres seres olvidaban el pobre de leviatán y su paciencia de antropófago. En unpabellón situado detrás de un patio, como hay en muchas casas de Ámsterdam, se instalaron los Frank como ratas en su agujero. Debieron tomar un sinfín de precauciones: no dejarse ver, evitar todaclase de ruido fácil es comprender los problemas de todos los órdenes que se les planteaban a esos prisioneros voluntarios entre ellos, la intolerable cohabitación de ocho seres condenados a no tener unsegundo de soledad, con la consiguiente renovación cotidiana del mismo problema.
En tan paradójica situación, Ana descubrió al mismo tiempo su propia existencia y la de los demás. A la edad en que...