Ana_tardos_formación_de_hábitos_y_actitud_de_los_educadores
Páginas: 9 (2115 palabras)
Publicado: 8 de noviembre de 2015
Anna Tardos (In-fan-cia 123)
Analizando las intervenciones de una educadora que trabajaba en nuestra institución desde hacía quince años, intentamos profundizar en la lógica de su actitud pedagógica. Sobre la base de nuestras observaciones examinamos una parte de su actividad referida a la formación de nuevoshábitos dirigidos a la integración social de los pequeños.
En nuestra institución, a partir del año y medio de edad, los niños y niñas frecuentan en pequeños grupos el pabellón-casa donde una de nuestras educadoras -de la que volveremos a hablar más adelante-los recibe. Los más pequeños permanecen allí entre 30 y45 minutos, los mayores una hora, con dos o tres compañeros.
Aquí las criaturasencuentran un equipamiento diferente al que les es habitual, juguetes nuevos y nuevas normas de comportamiento más diferenciadas.
La sala donde viven y juegan todo el día está preparada de modo que puedan jugar sin peligro tranquilamente, aunque la educadora esté ocupada vistiendo a uno de sus compañeros, bañándolo o dándole la comida. En el pequeño pabellón, en cambio, hay una estufa sin protección,un cajón sin llave y lleno de objetos pertenecientes al adulto, cortinas a las que los pequeños pueden llegar, jarrones de flores, cables eléctricos...
En el espacio propio del grupo hay juguetes que los pequeños pueden coger sin estrecha vigilancia; en el pabellón, hay juguetes que comportan ciertos peligros, por ejemplo un hilo largo para enhebrar bolas, palitos y discos de madera, martillo demadera para picar, grandes camiones para empujar y piedras grandes para cargarlos.
Pequeños de dieciséis a veintiún meses están en el pabellón y en el contexto que acabamos de describir. Cuando empezamos nuestras observaciones, estos pequeños, excepto uno, frecuentaban el pabellón desde hacía tiempo, entre cinco y ocho semanas, y, en general, tres veces por semana.
Las reglas de comportamientodiferenciadas del pabellón todavía no habían sido totalmente asimiladas por las criaturas; estas sesiones parecían, pues, propicias para el análisis de la manera cómo la educadora se las ingeniaba para hacer que los pequeños conocieran estas reglas y las respetaran.
La educadora, en general, no impone a los pequeños tareas comunes que deban hacer al mismo tiempo y raramente alza la voz; elobservador externo fácilmente puede engañarse y pensar que no hace nada y que simplemente vigila a las criaturas. A menudo parece que los pequeños se desplacen por sí mismos y con facilidad por la sala de juegos, que respetan por sí mismos las normas de comportamiento en relación a los otros pequeños, al material y a los juguetes. Sólo quienes han podido seguir el camino recorrido por algunospequeños, algunos grupos, de entre un año y medio y tres años, están en condiciones de comprender que se trata aquí de la aplicación rigurosa de un sistema pedagógico, la lógica del cual difiere mucho de la lógica pedagógica habitual.
En el transcurso de nuestras observaciones, hemos anotado textualmente las intervenciones verbales, activas y metacomunicativas de la educadora, y también todas lasactividades y todos los momentos de comportamiento de los pequeños ante los que la educadora reacciona.
Contrariamente a la impresión superficial de una persona que viene de fuera, la actitud de la educadora se caracterizó por un gran número y una variedad muy rica de acciones. Más adelante ya hablaremos de ciertas características de esta actitud.
En primer lugar, remarcamos que las acciones de laeducadora tenían un carácter de respuesta. En presencia de los pequeños, la educadora reaccionaba, por decido así, siempre a sus comportamientos. Sus acciones estaban ligadas a los signos y a los comportamientos de los pequeños. Cada uno podía sentir y ver que su comportamiento, su actividad, tenía una continuación en la reacción de la educadora. Sólo una parte de la actividad de la...
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