Anacronismo

Jacques Rancière

El concepto de anacronismo y la verdad del historiador

Traducción: Marie Lourties


En el prefacio de su libro El problema del descreimiento en el siglo XVI. La religión de Rabelais, dice Lucien Fèbvre: “Acotar con exactitud la serie de precauciones a tomar, de prescripciones a observar, para obviar el pecado de los pecados, el pecado irremisible entre todos: elanacronismo, es el problema”[1].
Este texto plantea tres preguntas, que intentaré desenredar aquí: la primera ¿por qué el anacronismo es para el historiador el pecado irremisible entre todos? La segunda ¿qué debe de ser el anacronismo para ser ese pecado? Y la tercera ¿qué debe ser la historia para dar al anacronismo estatuto de pecado mortal en contra de su espíritu? Triple interrogación que seinscribe, ella misma, en el marco de una reflexión más amplia sobre la cuestión de la verdad en historia, reflexión encauzada por una hipótesis que aquí formulo en su generalidad más extensa. La hipótesis es, que la constitución de la historia como discurso científico compromete un entramado de cuestiones filosóficas que nada tienen que ver con las cuestiones dichas de “metodología” o de“epistemología” de la historia. Entramado que remite a las relaciones entre tiempo, palabra y verdad. Sólo que, jamás se le trata como tal en el discurso historiador. Es tratado por procedimientos poéticos de construcción del relato histórico. Entiendo aquí “poético” en su sentido clásico: lo que tiene que ver con una tekné de la construcción de las intrigas, de la disposición de sus partes y del modo de enunciaciónapropiado, o sea, las tres funciones tradicionales de la inventio, de la dispositio y de la elocutio. Se puede, entonces, resumir la hipótesis como sigue: la historia se constituye como ciencia resolviendo por procedimientos literarios cuestiones filosóficas, evitando planteárselas como tales. Y su aplicación a nuestro problema sería la siguiente: el anacronismo es un concepto poético que fungede solución filosófica a la cuestión referente al estatuto de verdad del discurso histórico.
Sentado esto, podemos volver a nuestra frase y a la primera pregunta suscitada por ella: ¿por qué ese privilegio negativo del anacronismo? Para entender, cabe preguntarnos, en primer análisis, cuál es el significado mínimo de la palabra. Así lo resume el diccionario Robert: “Acción de colocar un hecho,un uso, un personaje, etc., en una época otra de la a que realmente pertenecen o convienen”. Definición que plantea un primer problema. Según el primer sentido del prefijo –ana, que designa un movimiento de atrás adelante, de un tiempo hacia un tiempo anterior, el anacronismo es la falta que consiste en ubicar un hecho demasiado temprano. Debe haber, en buena lógica, una falta simétrica,consistiendo en ubicarlo demasiado tarde. De hecho, los diccionarios del siglo XIX atestiguan semejante esfuerzo de racionalización lexical. Se inventa, frente al pecado de anacronismo, el de paracronismo. Incluso, se inventa un concepto general de metacronismo, del que el “procronismo” y el “paracronismo” serían especies. Racionalizaciones que, desde luego, no han prosperado. El anacronismo se ha quedadosolo para designar la falta en contra de la cronología en general.
¿Qué razón para un tal privilegio? Se ha de buscar, a mi parecer, en el doble sentido de –ana. Este prefijo también designa otro movimiento: uno que va desde abajo hacia arriba. De lo cual se deduce una hipótesis: el anacronismo así se nombra por no no estar en juego solamente un problema de sucesión. No es un problema horizontalde orden en los tiempos sino un problema vertical de orden del tiempo en la jerarquía de los seres. Es un problema de reparto del tiempo, en el sentido de lo que “le toca a uno en reparto”. La cuestión del anacronismo se refiere a lo que el tiempo tiene de verdad en reparto, en un orden vertical que conecta el tiempo a lo que está por encima del tiempo, o sea, lo que de ordinario se llama...