Analisi El Reino Animal
Los relatos que componen este libro abren nuestros ojos al universo animal y nos invitan a contemplar sus seres. Admirados unos, temidos otros y desconocidos la mayoría, en estas páginas todos piensan, sienten y tienen conciencia de su propia finitud.
Otros de los personajes son niños desamparados que han recibido en la calle apodos de animales, y alllevarnos a este doble mundo, el de los animales y el de los niños, el autor logra una riqueza de registros que va desde el reportaje a la fábula, sin que falten el humor y la ironía.
Sobre un terreno tan propicio a las simplificaciones del saber popular, Sergio Ramírez asume la sobriedad del observador imparcial, y viene así a templar esa pasión fabuladora para hacer de estos personajes algomás que máscaras humanas.
Ya sean metáforas del destino, apariciones extraordinarias o presencias cotidianas, estas criaturas de El reino animal, prodigiosamente vivas, son el espejo que devuelve al hombre su propia visión deshumanizada.
REPRESIÓN Y PARODIA DEL PODER EN EL REINO ANIMAL DE SERGIO RAMÍREZ
1. Introducción
La realidad política y socialcentroame- ricana había sido tratada en las últimas déca- das del siglo veinte desde la perspectiva de un discurso racionalizado en el que se le concedía a la literatura la posibilidad de ser entendida únicamente como un arma de combate , ya que muchos escritores colocaban los problemas políticos, sociológicos e histó- ricos en un primer plano. Se le reclamaba al escritor un compromiso con causasideológicas que debían conducir a un gesto revoluciona- rio para cambiar el entorno. Autores como Roque Dalton, Manlio Argueta, Mario Roberto Morales, Julio Escoto y Sergio Ramírez, solo para citar algunos ejemplos, fueron leídos en este contexto, lo cual implicaba entenderlos de una manera parcial y fragmentaria.
Este hecho no satisfizo plenamente a ninguno de los escritores anteriores, ya que ellosposeían una conciencia escritural que les permitía entender la literatura como un ejercicio y una práctica con el lenguaje. Con él podían acercarse a un contexto azotado por la crisis y la dictadura, pero también podían efectuar un juego de imaginación y reelaboración de la realidad, en el que se imponía la pertinencia de recursos que alteraban las normas de la sintaxis, el tiempo y el espacio.De la misma manera se interesaron por la creación de una literatura irreverente e innovadora, en la que se cuestionaban todas las formas del poder, pues alentados por el ambiente de los novísimos narradores hispanoamericanos se rebelaron contra el orden político e ideológico imperante y asumieron el cuestionamiento de toda realidad simbólica como norma y conducta de escritura.
El mismoFoucault se refiere a la repre- sión como una manifestación particular del poder y la considera como una determinada rea- lidad social que ideológicamente se convierte en principio de realidad, es decir, como un discurso autoritario de verdad. Ubicada en las redes del poder, la represión puede funcionar en los diferentes discursos que organizan la sociedad y el individuo, ya sean jurídicos, políticos,sociales, raciales, religiosos y de género, entre otros.
La narrativa centroamericana que se pro- duce a finales del siglo veinte y principios del siglo veintiuno se caracteriza por asediar la rea- lidad de diferentes modos y por una importante renovación en el plano enunciativo. Se mantiene la necesaria y ineludible relación de los textos con las condiciones históricas en que han emergido,pero ahora no centrando el énfasis en una elabo- ración monosémica de la historia de cada país, sino más bien explorando las posibilidades signi- ficantes que ofrece la palabra, mediante recursos como la parodia, la desmitificación, la ironía y la caricatura.
Estas relaciones de poder deben ser estu- diadas en el marco contextual de sociedades específicas; en el caso que nos ocupa, la realidad...
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