Analisis cenizas para el viento
Esta historia se encuentra signada por la violencia originada en la férrea voluntad individual de mantener lo nuestro; de ser libres, por la ambición y el egoísmo que genera gobernar, por las venganzas acumuladas y el usufructo de lo ajeno. Nuestra historia está bañada por la violencia emocional y racional; la estatal y la de grupos al margen de la ley,la de grupos contestatarios…, por la generada en el miedo y por todas aquellas acciones de fuerza con las cuales pretendemos acabar con la fuerza de la violencia.
El bautizo del país y la cultura llamada Colombia se perpetró desde el abuso y la mentira, allí tuvo sus orígenes y desde allí se afirmó y extendió sus ramas imperturbables cargadas de atropellos, delitos, torturas, genocidios (palabramoderna nombrante de hechos antiguos) y desarraigos. No hay de ella nada nuevo en el correr de los tiempos, su única renovación: sus instrumentos y formas. Por ello, debemos hablar de la violencia como un fenómeno, como el hermano mellizo, del “desarrollo” del país.
El tiempo de la violencia se ha convertido en escultor y testigo que con flujo incontenible teje el velo que minuciosamente vaescondiendo sufrimientos y vejámenes pero, que ya vencido no permite retomarlos para superarlos. El tiempo urde raudo la cortina del olvido sobre los días horridos y empieza a destejer su anverso: la ilusión. Así, un nimio momento de alegría o sosiego basta para desvanecer la memoria, pues el hombre en su infinito deseo de vivir recuerda con mucha facilidad los éxitos y progresos, y sólo como enclaroscuro amarguras y derrotas.
Así cargados de olvido y de ilusiones, avanzamos pretendiendo encontrar los días del arco iris; el sol de la noche inmarcesible; la nueva historia de los colores de nuestra bandera y el sentido de un escudo cada vez más abstracto: cóndores en extinción, paz y orden por conocer. Romanticismo augusto royendo nuestras espaldas.
Discriminar el período comprendido entre1946 y 1966 como la época de la Violencia es hacer una división adverbial de cantidad y cualidad de instrumentos y formas por lo execrable y hórrido de su “ser” y porque contó con una serie de escritores y críticos que si bien no estudiaron su problemática, contaron el fenómeno. Pero igual, ¿Dónde están los escritos literarios, históricos o críticos de la violencia de la Guerra de los mil días ola violencia fratricida, política y económica de las décadas del 20 y 30? Sólo por nombrar dos casos. ¿Aislados?
La violencia, del período 48-66, se debe entender como el período de mayor violencia “física” en el país; como el recrudecimiento de lo existente; como la acción exacerbada de lo mismo que cubrió más de regiones y protagonistas y, ya convertida en humillación social generalizada enviolencia física, psicológica, moral, verbal y económica, se la destacó y nombró como la Violencia. Sin embargo, dicha sustantivización tendió un cerco sutil que limitó y circunscribió su memoria colectiva.
En la década del 50 un grupo de artistas se lanzó a expresar los acontecimientos, bebieron de la realidad y se volcaron sobre el papel, el lienzo, las tablas, sobre todo aquello que sirviera desoporte para representarla y que todos pudieran observar en espejo lo que sucedía y mirar y detallar cómo las figuras en él reflejadas palidecían de angustia y terror. Mostrar, expresar, contar y despertar sensibilidad, era el objetivo primero y único, que fuera literatura o arte poco importaba.
Novelas como viento seco, calle diez entre otras, son novelas testimoniales de la Violencia.Palabras-fotos describiendo minuciosa y crudamente las acciones, sin esfuerzo alguno por simbolizar la realidad, tal si se hubiesen escrito en el sitio mismo de los sucesos: paneo rápido de la situación y primeros planos de las víctimas. Estas novelas mantienen la gran virtud y el valor histórico de ser faros sobre ese inmenso mar llamado Violencia. Sus autores, de liberales profesiones, tomaron iniciativa...
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